Cuando la frase “tengo un antojo” sale de la boca de una mujer inmediatamente se relaciona con un embarazo, y en el caso de los hombres, se dice que son causados por una fémina en cinta que está a su alrededor.
Aunque en ocasiones dichas situaciones pueden ser reales, la mayoría de las veces no. Cada vez que surge un “capricho” alimenticio se debe que el cuerpo humano está hablando a través de estas necesidades.
Profesionales coinciden en que la mayoría de los antojos son “llamados” del organismo que se encuentra deficiente en el área de minerales y vitaminas. Pero en casi todos los casos se debe a la deshidratación.
Un error que se comete es confundir el deseo con hambre, así que antes de saciarte con esa porción de pastel de chocolate, con ese delicioso pollo frito o atiborrarte de carnes rojas, bebe agua y espera de 15 a 20 minutos, puede que ahí este la respuesta.
El 80% de las personas pasan la mayoría del tiempo deshidratados, así que antes de cualquier atracón, hidrátate.
De acuerdo a una entrevista realizada por el sitio Terra a una profesora del curso de Nutrición del Centro Universitario Senac, Tatiane de Olivo, “no siempre las ganas de comer determinado alimento está relacionada a una deficiencia, pueden ser sólo unas ganas más próximas a la gula, o gana emocional, que con el hambre fisiológica”.
Hay que darle la importancia necesaria a ese capricho, de lo contrario se podría llegar a casos extremos, comer demasiada sal o grasas al final perjudica la salud.
Siempre atentos
Acá te presentamos tipos de alimentos comunes, cada uno de ellos satisface alguna deficiencia que tiene el cuerpo. Las más comunes son golosinas, mientras estás en el trabajo o universidad siempre deseas consumir algún alimento dulce como pan, bombones o caramelos.
Normalmente ocurre cuando los nervios se alteran de alguna manera y buscan apaciguarse a través de lo dulce. Cuando por fin satisfaces el deseo, los niveles de azúcar en la sangre se disparan y el páncreas segrega altos niveles de insulina. Provoca un exceso de energía que te controlará.
Ahora que sabes que los antojos tienen una razón, es importante que los estudies y reconozcas cuando tu cuerpo habla. Al saber qué tipo de alimentos te exige sabrás los elementos que le faltan a tu organismo.
Toma en cuenta estos tips y encuentra maneras diferentes para consentir a tu organismo de la forma correcta.
Carnes
Sentir necesidad por comer carne es una señal de una posible deficiencia nutricional, en especial de minerales como hierro y zinc. Estos elementos están ligados con las defensas de nuestros cuerpo, el hierro trabaja en la sangre y el sistema inmunológico, mientras que el zinc fortalece cabello, piel y uñas. Cuando el cuerpo se siente débil emocionalmente y además necesita adquirir fuerza pide carne de res, cerdo, pollo o pescado debido a la proteína.
Chocolate
Magnesio, este es el mineral insuficiente en el organismo de un ser humano que anhela el chocolate. Otro motivo por el que este manjar es tan codiciado es porque produce un efecto de júbilo, felicidad, por lo que es un tanto adictivo cuando te encuentras triste o deprimido. Un elemento importante que tiene el chocolate es la anandamida, un compuesto químico orgánico y neurotransmisor que produce efectos similares a los que dan los canabinoides.
Frituras
La búsqueda de alimentos fritos o grasosos es la más común en diferentes países del mundo. Muchos relacionan esta ansiedad con la falta de placer, una vida sexual inactiva o falta de entretenimiento podría ser alguna de las causas del porqué de este antojo. Comer frituras es señal de que a tu cuerpo le hace falta calcio o cloruro, puedes sustituir estas “chucherías” con otros alimentos como leche, queso, yogurt, legumbres, verduras de hoja verde o pescado.
Salado
Desear una bolsita de papitas saladas es señal de falta de sodio o exceso de estrés. Pero lo más común de este caso es que cuando el cuerpo pide sal puede ser signo de que estás deshidratado o con una resaca por beber demasiado alcohol. Esto se debe a que el organismo necesita agua y sodio para regular la presión arterial y reequilibrar el sistema nervioso y circulatorio. Debes tener cuidado con este capricho, ya que puede afectar tu salud.
Limón
Varias personas han sentido la urgente necesidad de comer o saborear algo completamente ácido en su paladar. Aunque se piensa que es un antojo normal, es el cuerpo el que te está hablando y te dice que has estado comiendo platillos demasiados grasosos últimamente. Otra hipótesis es que los cítricos, específicamente el limón, ayuda a concentrarte, lo que significa que tu organismo exige cosas ácidas porque no estás concentrándote lo suficiente.