El pasado fin de semana, los hermanos Allen y Brandon Alexander decidieron vender su oso de peluche de 2.5 metros de altura. Para eso, montaron una improvisada venta de garaje, en Los Ángeles, California.
Los pequeños no lograban que se los compraran. Aunque decepcionados, no se rendían ante tal empresa y su padre decidió filmar los momentos de desesperación de sus hijos. Fue entonces cuando un conductor se detuvo en la venta para preguntar por ese juguete.
La gran sorpresa fue cuando descubrieron que el potencial cliente era Angelina Jolie junto a su hija Shiloh. No se lo pensó dos veces. Aunque el peluche gigante costaba 50 dólares, decidió darle esa cantidad a cada hermano, y entre todos trataron de meterlo a empujones en el baúl del pequeño deportivo de la intérprete.
La actriz se quedó unos minutos charlando con los pequeños vendedores, quienes no podían disimular su emoción haber vendido el peluche y haber conocido a Angelina Jolie.
Con información de El País.