La Alcaldía de Apopa denunció ante la Fiscalía General que supuestos pandilleros estaban extorsionando a la municipalidad con 5,000 dólares a cambio de respetarles la vida a los concejales y empleados municipales.
Además, denunciaron que algunos trabajadores e integrantes del Concejo Municipal han sido amenazados, aparentemente por pandillas que asedian la zona.
En la denuncia, interpuesta la mañana del miércoles pasado, se detalla que desde el sábado 25 de junio pasado han estado recibiendo llamadas telefónicas en las oficinas municipales para exigirles la cantidad de dinero antes mencionada y les daban hasta ayer jueves para entregarlo.
Las llamadas anónimas, quienes no se identificaron si pertenecían a alguna pandilla, continuaron hasta exigirles que tenían que cerrar el rastro, el plantel municipal y la administración de los mercados.
Los extorsionistas advirtieron que si decidían seguir trabajando, entonces los empleados municipales correrían el riesgo de ser asesinados. Además las amenazas se extendieron a distintos empleados y hasta los integrantes del Concejo Municipal a través de llamadas individuales, en las que les advertían de que si la municipalidad no accedía a sus pretensiones económicas serían asesinados porque ya conocían donde vivían cada uno de ellos, según la denuncia.
El fiscal general Douglas Meléndez sostuvo que la “situación en Apopa va más allá y que como Fiscalía vamos hacer lo que tengamos que hacer de seguir investigando estos hechos, y vamos a respaldar a la municipalidad, pero creo que Seguridad Pública debe de dar un respaldo adecuado para que la municipalidad siga laborando correctamente”.
El alcalde interino de Apopa José Santiago Zelaya Domínguez sostuvo que no se podría relacionar la muerte del concejal René Santiago Díaz Orellana con las amenazas que han lanzado supuestos pandilleros en contra de los empleados de la referida alcaldía.
“En este momento no podría decir que si o no, porque las autoridades tienen en este momento la investigación”, dijo Zelaya Domínguez, quien confirmó que el sábado llegaron pandilleros a amenazar a algunos empleados municipales.
“Yo pienso que es una guerra sicológica que es normal para todos nosotros y que influye en los empleados y a raíz de eso es que algunos han tomado la decisión de retirarse y volver a regresar”, dijo el alcalde interino.
Empleados consultados aseguraron que a pesar de las amenazas de los pandilleros, ellos han llegado a trabajar bajo riesgo de ser blanco de algún atentado , aunque sostuvieron que “ellos están pagando los platos rotos”.