Alrededor de 80 músicos se unen, generalmente es un escenario cultural, para que los acordes de sus instrumentos converjan y surjan grandes piezas como la “Novena Sinfonía”, de Ludwig van Beethoven; el “Concierto para violín de Sibelius” o “Eine Kleine Nachtmusik”, de Wolfgang Amadeus Mozart. Todo bajo la dirección de un director. Así puede definirse el significado de una orquesta sinfónica.
Para los más asiduos, observar un orden determinado de instrumentistas sobre el escenario ya es habitual. Las cuerdas al frente, más atrás los vientos y al extremo las percusiones. Su estructura tiene un objetivo, de acuerdo a Mario Morales, pianista solista de la Orquesta Sinfónica de El Salvador (Oses): la acústica.
“Los instrumentos de percusión tienen un mayor sonido, si estuvieran enfrente, las cuerdas no se escucharían”, explicó durante un receso de ensayo de la Oses, el músico.
Cuatro familias de instrumentos constituyen esta estructura musical: cuerdas, vientos madera, vientos metal y percusiones. Cada uno de ellos brinda a la pieza musical una única vibración, pero si la pieza lo requiere otros instrumentos se incorporan, como tambores, guitarras, el triángulo o el glockenspiel (lira).
“El hecho de asistir a un concierto ya es un primer paso. Si se cultiva eso, la música clásica se irá escuchando de manera diferente. La música clásica te ayuda a calmar y aquietar tanta agitación y te ayuda a olvidar los problemas”, apuntó el pianista solista.
Para serenar el espíritu y escuchar la fusión de las familias instrumentales puede acercarse a los próximos recitales que ofrecerá la Oses. El próximo miércoles 6 y jueves 7 de julio, el Teatro Nacional de San Salvador y el Teatro Presidente, respectivamente, recibirán a estos instrumentistas.
Familia de Cuerdas
Compuesta por violines, violas, celos y contrabajos. Esta familia siempre está ubicada en la parte frontal de la orquesta y se ordena del instrumento más agudo al más grave. Es usual que para los recitales se utilicen alrededor de 40 violines, instrumento considerado protagonista de las orquestas, de ocho a 12 violas y celos, y de cinco a ocho contrabajos. A este conjunto de cuerdas se agrega el arpa, la cual se incorporó a las sinfónicas en el siglo XIX.
Familia de viento madera
Flauta, clarinete, fagot, oboe y corno inglés forman este grupo instrumental. Se ubican detrás de las cuerdas. Desde las butacas puede percibirse que se encuentran en el centro de la orquesta. Mario Morales indicó que la flauta era hecha de madera, muchos años atrás, ahora es de metal, es por ello que aún se incluye en este grupo. Generalmente se ejecuta cada instrumento en parejas.
Familia de viento metal
Compuesta por trompetas, cornos, trombones y tubas. Los instrumentos de este conjunto musical se iguala a los contrabajos en relación a los instrumentos de cuerdas. Es en la época del clasicismo en donde se incorporan más instrumentos de viento y, para ese momento, una orquesta podía tener más de 100 integrantes. Este grupo tiene, usualmente, doce músicos.
Familia de percusión
Hay instrumentos fundamentales en este clan musical: timbales, símbalos -o platos- y bombos. En algunas obras se requiere el triángulo, la lira o glockenspiel (un teclado con planchitas metálicas y se toca como una marimba pequeña), claves, maracas, castañuelas, xilófono, redoblantes, entre otros. El piano también se ubica dentro de esta estructura musical. Esta familia se ubica en la parte de atrás del conjunto musical clásico.