Un miembro del staff del hospital de maternidad explicó que se vieron en apuros ante la falta de suministro de electricidad en el área de Cuidados Intermedios, pero que la llegada de médicos que no estaban de turno los ayudó a salir adelante en la emergencia interna.
“Pediatras que estaban en su casa han llegado a ayudarnos a movilizarnos con eso (las incubadoras), porque no somos muchos en los turnos y teníamos que mover a todos los bebés. Pusimos hasta tres bebés en cada incubadora, aunque en algunas no porque hay bebés grandes”, explicó.
También llegaron a apoyarles residentes y ginecólogos.
Los médicos iban de un lado a otro moviendo los equipos y cargando a los niños en sus brazos. “Los médicos estuvieron a la par de nosotros”, subraya.
Y es que, según precisó, todos se coordinaron y trabajaron intensamente para garantizar que los niños que estaban en las incubadoras no se les bajar la temperatura y les diera hipotermia.
“Hubo un gran cuidado con los niños”, aseguró.
La jornada estuvo muy intensa porque luego de haber movido los equipos hasta los pasillos, las enfermeras tenían que correr de un lado a otro para cambiar a los niños y darles el alimento tal como está establecido.
“Gracias a Dios no pasó nada después de dos hora y media, tres horas, que estuvimos así pendientes dándoles de comer, cambiándolos. Éramos unas hormiguitas”, expuso el empleado.
Describió que en el área de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), que según indica también fue afectada pero en menor proporción, no podían mover a los pacientitos porque son extremadamente delicados. “El problema de la UCIN es que todos están ventilados, en Cuidados Intermedios los pueden mover porque si bien son bebés delicados, se pueden mover con su suerito”, agregó.
Posterior, siempre con apoyo médico, tuvieron que trasladar las incubadoras de nuevo a la respectiva sala.