Pensar es concentrarse en algo que se requiere cambiar, mejorar, modificar o incluso inventar para satisfacer una inquietud que “requiere” solución o bien un problema que se “tiene” que resolver…
¿Cuánto tiempo piensa una persona normal?… Digamos, la que se levanta a las seis, se prepara, desayuna, va a la empresa, realiza sus actividades solventando problemas rutinarios, almuerza, continua y termina su trabajo, vuelve y atiende sus cosas en casa, cena, ve un rato la televisión y se acuesta… Es decir, pasó todo el día muy ocupado… ¿Pero cuanto tiempo pensó?
Bueno… Hace tiempo que realicé los cursos de Método Hirth, cuya central está en Zürich, en el apartado sobre “aprender a pensar”, decían que una persona normal como la descrita, refiriéndose a la gente de Europa que habla alemán, que “pensar”, tal como lo define la RAE, la gente normal piensa solo entre diez o quince minutos al día…
La RAE define pensar como combinar ideas o juicios mentales o bien examinar mentalmente algo con atención para formar un juicio propio… ¿Entonces todas las actividades que hacemos rutinariamente las hacemos sin pensar?… ¡Sí, casi todas!… ¿Responder un correo electrónico es pensar? Si se elabora una respuesta a un asunto nuevo, complejo y complicado, evaluando todas las consecuencias, sí es necesario pensar… Pero lo normal es que uno responde correos electrónicos con una serie de respuestas ya elaboradas, que no necesitan pensarse, sino solo escribir sobre asuntos tratados anteriormente…
¿Y estudiar es pensar? Tampoco… Pues lo que está estudiando o ya se lo dijo el maestro o lo está leyendo de un libro… Sobre todo, si el estudiante lo que hace es prepararse para un examen y no para aprender, no está pensando, sino memorizando lo que dice el libro, para responder las preguntas del examen…
¿Hacer una tarea especial es pensar? Quizás en parte, si se tienen que combinar nuevas ideas y planteamientos y concluir algo propio… Pero solo copiar y pegar algo de Internet, tampoco es pensar…
¿Se debe aprender a pensar? Definitivamente… Hay varias técnicas sobre cómo organizarse para concentrarse y pensar… En mi ultimo viaje a Italia hace unas semanas, me sumergí en la vida y las obras de Leonardo Da Vinci, entendí sus métodos y examiné casi todos sus inventos y me maravillé, como hace 450 años, la mente ingeniosa de este hombre revolucionó la ingeniería inventando elementos de máquina como los cojinetes de bolas… O bien, un dispositivo para elevar el agua, una bicicleta o todas las armas que diseñó para la defensa o el ataque, y lo más sorprendente, sus pinturas, de la Mona Lisa y la Última Cena…
¿Y se puede aquí aprender a pensar y a ser más creativo? ¡Definitivamente!… Desde el Centro de Calidad y Productividad lo estamos haciendo y, además, enseñando, la aplicación práctica de los principios del pensamiento creativo de Leonardo Da Vinci…
¿Y aquí se piensan las cosas antes de hacerlas?… Parece que no mucho, pues en lugar de beneficiar y alegrar a la gente, la perjudican, la enojan e inmediatamente generan fuertes críticas, reclamos y demandas…
¡Así estamos!…
*Columnista de El Diario de Hoy.
www.centrodecalidadyproductividad.com