Hay mucha gente preparada que no encuentra empleo

En gran parte ese desempleo es causado por las políticas laborales, los salarios mínimos, prestaciones forzadas que encarecen los empleos, regulaciones sobre despidos, etc.

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La semana pasada, las autoridades allanaron la oficina de la Procuraduría General de la República de Santa Tecla donde trabajaban los imputados.

/ Foto Por Cortesía Fiscalía General

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2016-07-05 9:16:00

Sobran ninis sin empleo, en su mayor parte jóvenes que no pudieron seguir estudiando a causa de las depredaciones de las pandillas, pero igualmente trágico es la enorme cantidad de jóvenes y personas adultas con una profesión que no encuentran empleo a causa del descalabro general provocado por las políticas del partido en el poder.

En muchos países del mundo se está sufriendo el mismo fenómeno, de abogados, ingenieros, técnicos en diversas ciencias, etc., que no han podido emplearse en lo suyo y ejercen de taxistas, vendedores, bartenders, mozos levantando cosechas agrícolas.

En gran parte ese desempleo es causado por las políticas laborales, los salarios mínimos, prestaciones forzadas que encarecen los empleos, regulaciones sobre despidos, etc.

Uno de los países más golpeados por sus propias leyes es Italia, donde es casi imposible despedir a un operador o empleado y por lo cual es sólo después de mucho pensarlo que las empresas agrandan sus operaciones.

La gran tragedia es que “hay mucho que hacer pero por las leyes no se hace”. Sobran enfermos por curar, estructuras por edificarse, viviendas para construir que llenen la necesidad de techo de muchos, carreteras  sin buen mantenimiento…

En nuestro país el problema del desempleo es una tragedia porque hasta la llegada de los rojos hubo buenos niveles de ocupación. La gente se aprovechaba de un mercado laboral dinámico para buscar nuevas oportunidades y adquirir nueva experiencia. 

Y para estar capacitados, por las noches durante la década de los Años Sesenta se veían muchedumbres de estudiantes por las noches, jóvenes que salían de sus trabajos y estudiaban para avanzar, hasta que grupos de fanáticos se pusieron en movimiento para “alinearnos”, para construir una sociedad sin clases pero sobre los escombros de lo que ya existía y funcionaba bastante bien.

El contraste entre ese San Salvador (e igual sucedía en el resto de ciudades del país) dinámico y optimista, con el lúgubre anochecer de la actualidad, es enorme, con el agravante de que con el paso del tiempo empeora.

Fueron los tiempos en que la Guardia Nacional patrullaba el territorio pacíficamente, sirviendo a las comunidades integrándose a ellas, lo que evitaba que bandas de delincuentes se asentaran.

El saber es siempre tesoro, lo que eleva a la persona sobre las limitaciones de sus fuerzas físicas, de sus manos, del suelo.

La falta de conocimiento, de experiencias, de voluntad para hacer cosas, es lo que tiene sumida a África y gran parte de Asia en el retraso.
 

A causa del brutal saqueo
no hay inversión en empleo

 

Cómo capacitar a agricultores en Sudán, a operadores de máquinas complejas en muchas partes de la India, en ingenieros para industrializar el norte de Birmania (ahora Myanmar) –el territorio de Mandalay–, es el gran problema que atraviesan esos pueblos.

Cómo entrenar a personas sobre nuevas tecnologías, capacitarlos en sistemas complejos, es el desafío de gran parte del Segundo y Tercer Mundos. Aquí tenemos a muchos que ya tienen esas bases de conocimiento pero están sin ocupación.

Hay dos causas de este problema grave: la primera es la incapacidad de la extrema izquierda para entender el mundo contemporáneo, ignorancia que se traduce en los palos de ciego que dan respecto a políticas de crecimiento.

Lo segundo es el brutal saqueo del país, que impide contar con recursos para crear nuevo empleo.