A cinco días del accidente de tránsito en el que murieron cinco vendedoras luego que un camioncito fue impactado por un vehículo particular, en el exbulevar Diego de Holguín, el hijo de Francisca Martínez, de 85 años, la mayor de las víctimas, lo único que pide es conocer a la persona que conducía el automotor que provocó el percance.
“Yo no quiero (conocer) a esa persona para hacerle el mal, no es mi idea esa”, dijo en tono de impotencia a El Diario de Hoy el hombre, que no quiso revelar su nombre.
Su dolor es doble, porque el accidente también provocó la muerte de Arely del Carmen Nerio, una de sus hijas, quien falleció en el hospital el lunes.
Además, otra de sus hijas que viajaba ese día en el camión está lesionada.
“Me han dejado sin madre, me han dejado sin hija”, lamentó.
De acuerdo con él, la señora Martínez se dedicaba desde hace años a revender flores en el mercado Central de San Salvador, al que viajaba desde el cantón El Progreso, en el sector de El Boquerón.
Su rutina comenzaba a las 12 de la noche para salir una hora después hacia el lugar de trabajo. Los días que comúnmente asistía al mercado eran los viernes y sábados.
Cuando no lo hacía, manifestó su pariente, dedicaba tiempo para ir a una iglesia cristiana de la zona, en la que tenían años de congregarse.
En el negocio, a Martínez también le ayudaba su hija menor. Ella, a diferencia, de su hermano, no quiere ver al hechor del percance, pero manifestó que su madre fue hija de Dios, por lo tanto, Él se encargará del caso.
Mientras que Orlando Martínez, otro de los hijos de la señora, señaló que la ley es para que se cumpla.
“Si usted comete un error, tiene que pagarlo”, sostuvo y fue claro en decir que no quiere que el caso quede impune.
Arely era el sustento de la familia
Arely Nerio, hija de Francisca Martínez, era el sustento de su familia, pues era la que contaba con un trabajo que atendía de viernes a lunes, o su jornada podría extenderse hasta martes, según estuviera la venta, dijo Roberto Alfredo Ramírez, su pareja de vida.
Ramírez relató que aunque él se encarga de cultivar la tierra, era su mujer la que estaba al tanto de las necesidades del hogar con la reventa de flores y hortalizas en el mercado de San Salvador. Ella deja a un niño de 15 años y una niña de ocho en la orfandad.
Lo que busca esta familia es justicia y que los menores puedan recibir una indemnización por lo ocurrido.
“Una indemnización para los niños que deja ella, eso es lo que buscamos. Ella es la que trabajaba para el lugar”, pidió Ramírez.
El hombre también comentó que hace 15 días Nerio había sufrido un accidente cuando volvía con su hija desde un cita médica a su casa, en esa ocasión sufrió solo una herida.
Hoy se realizará la audiencia inicial contra el conductor del carro que golpeo al camioncito, José Giovanni Huezo, en el Juzgado de Paz de Antiguo Cuscatlán.