A la muerte de ???Nando???

CARICATURA: Distorsión deliberada de la forma, exageración del  trazo, irreverente pleonasmo gráfico del carácter personal, opinión dibujada, eso, y mucho más, es caricatura…

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El convenio entre ambas comunas se suscribió en la Embajada de Chile en el país 

/ Foto Por Jaime Anaya

Por Rolando Monterrosa

2016-07-08 5:08:00

De  pronto, sin aviso alguno, así como sobrevienen los terremotos, las catástrofes aéreas, el estallido de una bomba terrorista, de igual manera nos acaba de llegar la triste noticia de que José Bernardo Pacheco, mejor conocido por su nombre de pluma, “Nando”, de 79 años, murió en San Francisco, California, el 13 de diciembre de 2015.

Nando  alcanzó renombre,  en El Salvador y a nivel internacional, como caricaturista de  El Diario de Hoy. Fuimos amigos y compañeros de trabajo, en 1970, durante mis primeras jornadas profesionales en el Diario, cuando este se hallaba ubicado en las proximidades del Mercado Central, frente al callejón donde se alzaba el Cine París. Por entonces, Nando era distorsionador gráfico  de rostros, para después incursionar, con excepcional versatilidad, en el periodismo, la pintura, el cuento corto, ensayos, apuntes de viaje, la fotografía, el magisterio y muchos dominios más. Uno de sus primeros galardones fue el Primer Premio Mundial de Caricatura que obtuvo en Yugoslavia, en 1969.

Mi visión de él se centra en su espectacular talento: con cuatro o cinco trazos mostraba, por ejemplo, los rasgos sobresalientes del rostro de Richard Nixon, en detalle, la nariz; la barba del Ayatolá Jomeini, el sereno semblante de Gerald Ford y de otros personajes, que afectaban al mundo, mientras en las radios y “cinqueras” locales se escuchaba el inolvidable “Let it be”, de Los Beatles. También hizo caricatura simbólica; una de ellas le valió ser escogido por la Unesco como una de las 82 personalidades universales de las artes plásticas y la literatura y que su trabajo se incluyera en el libro, “Antología de la Paz”, con el que la Organización de las Naciones Unidas celebró el Quincuagésimo Aniversario de haber adoptado la Declaración Universal de los Derechos Humanos.  

Nando emigró a San Francisco, California, en 1980, bajo amenaza de muerte por parte de la guerrilla del FMLN. Pronto se integró de lleno a la comunidad local y, durante muchos años, fueron tantos y tan valiosos sus servicios a la ciudad que, el connotado alcalde afroamericano de aquel municipio, Willie Lewis Brown Jr. , declaró al 10 de enero de 2001, Día Oficial de José Bernardo Pacheco, Nando.

Durante sus fecundos años en el exilio, además de viajar por todo el mundo, Nando escribió unos doce libros de cuentos, poesía, apuntes de viaje, ensayos, colecciones de dibujos y fotografías, entre otros temas; dirigió la revista cultural “Cuscatlán”, montó muchas exposiciones con su obra, en varios países y fue merecedor de numerosos e importantes premios y homenajes nacionales e internacionales.

El uno de octubre, de 2009, a iniciativa de los diputados: Carmen Elena Calderón Sol de Escalón, Mario Marroquín Mejía y Margarita Escobar, la Asamblea Legislativa lo declaró Hijo Meritísimo de El Salvador.

Nando abrió sus ojillos, achinados y curiosos, a la luz, en Coatepeque, Santa Ana, el 10 de diciembre de 1936, dónde años más tarde, en reconocimiento a sus muchos atributos como persona, ciudadano y artista, las autoridades locales lo declararon “Hijo Meritísimo” y le dieron su nombre a la calle en que nació.

Un biógrafo anónimo atribuye a Nando los versos, que podrían haber sido un íntimo deseo expresado  antes de que cayese su telón final: “Yo quiero, cuando me muera,/ poder ponerle alas al viento/ para volar en primavera/ a mi tierra, como en un cuento,/ y quiero volver sonriendo/ a El Salvador, que es mi destino,/ no importa después de que yo muera.”