¡No más sacrificios: exijamos austeridad!

Pedir apretarnos el cincho es una burla cruel, pues la gente ya no tiene ni para cincho, y es el gobierno el que debe comenzar a vivir la austeridad

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Foto Por edhdep

Por Teresa Guevara de López*

2016-07-09 6:44:00

Para que nos tragáramos el aumento del 13 % a la tarifa eléctrica, el ministro Tharsis pidió al pueblo hacer un sacrificio, para que los funcionarios puedan seguir dándose  la gran vida.  Aunque el robusto ministro recientemente asistió a una actividad en Nueva York, que duró dos días, pero él extendió a 5 días, un placentero viaje en primera clase.

Este aumento demuestra la desesperación del gobierno del FMLN, que por su mal uso de los recursos, aprobando presupuestos desfinanciados, y priorizando  sus intereses personales  y el buen vivir, no les alcanza para terminar el año, y  pagar las abultadas planillas de inútiles empleados públicos, activistas del Frente.
 
Una decisión inconsulta,  no respaldada  por un serio análisis técnico,  decreto express firmado por el Presidente y su ministro de Economía, pronto publicado en el DO, para entrar en vigor el 15 de julio, aunque solo a la Asamblea corresponde decretar nuevos impuestos.  Gran creatividad de los defensores  sobre la finalidad del mismo.  Destinado a  CEL para programas sociales,  actividad no contemplada entre las finalidades de la autónoma.  O para apoyar los  programas de seguridad,  porque el 5 % de la telefonía tuvo otro destino por todos desconocido.  Y, finalmente,  para desarrollar la red energética del país.

Nunca antes la CEL necesitó refuerzo económico, aunque tal vez sea consecuencia del regalo de $108 millones de El Chaparral, y el destino desconocido de los recursos de  la INE, sociedad anónima que no es auditada por la Corte de Cuentas, lo que  confirma  la decisión del banco alemán de suspender los desembolsos.  La urgencia monetaria la demuestran las contundentes declaraciones para  acallar las críticas de la población.  Que es cargo de solo un centavo, “o entendemos o entendemos”, nueva versión del “les guste o no les guste”.

Pedir apretarnos el cincho es una burla cruel, pues  la gente ya no tiene ni para cincho, y es el gobierno el que debe comenzar a vivir la austeridad, que tan falsamente predica.  Hasta el más ignorante  podría darles un listado de las medidas a tomar para resolver esta situación financiera. 

Suspender totalmente la ridícula campaña presidencial, en que Salvador es el héroe que como el Chapulín Colorado está defendiendo a los salvadoreños.  Los spots en TV alabando los falsos logros en áreas de salud y educación, y justificando el 13 %. Que los funcionarios de los tres poderes del Estado recuerden su estilo de vida antes de pasar a mejor vida,  sin lujosas camionetas, sin guarda espaldas y comiendo en sus casas, como el resto del pueblo.  Suspender el fuerte gasto en publicación de esquelas, hasta de los municipios más pobres, cuando fallece un correligionario.

Rechazar toda  invitación  para actividades en el extranjero, que se aprovechan para hacer turismo, incluso bien acompañados, pero cuyos resultados para el bien común son desconocidos. Que por la solidaridad que pregonan, los seguros médicos privados beneficien  únicamente a los empleados con menores sueldos, y los de cuello blanco, con altos sueldos y otras prestaciones, los paguen como todo salvadoreño, de su propio bolsillo.

 Pero, sobre todo, que no cometan la ingratitud de retener los desembolsos para las escuelas, que aumenten el presupuesto de Educación y se compadezcan de la población que implora por mejores servicios de salud, cuando es un derecho que le otorga la Constitución, y para lo que deberían ser destinados los impuestos.  La solución no es pedir más sacrificios al sufrido pueblo que ya ha hecho bastantes.  Es tiempo ya que los funcionarios  del gobierno comiencen a hacerlos, para merecer los beneficios del cargo.
 

*Columnista de El Diario de Hoy.