Tres hechos en los que se sospecha querer pasar encima de la ley

Volver al pasado nefasto, jamás: no podemos permitir una débil institucionalidad, donde la intolerancia se imponía a diestra y siniestra, donde individuos tomaban la ley en sus manos para hacerse justicia

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elsalvador.com

Por Ricardo Chacón*

2016-07-09 7:06:00

Hay indicios en la realidad salvadoreña que son preocupantes…indicios, pistas que carecen de sentido en sí mismas pero que juntas nos ayudan a entender un mensaje mucho más amplio, muestran un deterioro y, lo peor, pareciera que volvemos a un pasado no muy lejano que se había dejado atrás para siempre.

Algunos de estos indicios pareciera que son fútiles, como lo es ocultar información desde Casa Presidencial sobre lo sucedido en un accidente ocurrido en una carretera al Puerto de La Libertad, en la madrugada, hace un poco más de dos meses; en este caso, la Presidencia ha sido incapaz de transparentar a quién estaba asignada la camioneta que estuvo involucrada en el accidente que dejó un muerto, si estaba o no en misión oficial…Lo único que ha hecho, después de una serie de presiones de propios y extraños,  es revelar el nombre del motorista y nos imaginamos haber proporcionado los seis mil dólares que sirvieron para conciliar con la familia del difunto.

No se trata de un hecho fútil, muy al contrario, es grave, muy grave que desde el Gobierno Central se trata de ocultar información, que se haya modificado la escena del accidente, dejando de lado a la policía y la fiscalía y que hombres armados, supuestamente miembros del Batallón Presidencial, trataran de ocultar los hechos y dejarlo en la obscuridad de la noche…
  
Hay otro hecho que también parece desestimable o fútil, pero que no lo es; sí, un grupo de insignes diputados de la Asamblea Legislativa pretendieron aprobar un “recomendable” para sacar del aire un anuncio publicitario donde se hacía una parodia de la clase política… los flamantes legisladores se sintieron “insultados y agraviados” porque en un anuncio de televisión de una compañía de teléfonos se ponía a un grupo de políticos haciendo de las suyas… Los diputados recularon y no se atrevieron a redactar, aprobar y enviar la carta a Gobernación para que se sacara del aire el spot publicitario de Digicel.

A diferencia de los de Casa Presidencial, en este caso, los diputados no faltan a la transparencia y someterse al imperio de la ley en un accidente de tránsito que dejó un muerto, sino que pretenden coartar, mancillar, menospreciar la libertad de expresión; todavía más, muestran una falta de tolerancia para entender, comprender y aceptar la sátira, que como dicen los diccionarios, se trata del discurso o dicho agudo y mordaz, que censura o ridiculiza a alguien o algo.
 
Todavía más grave, el poder instituido legalmente, la autoridad formalmente empoderada, pareciera que está involucrada en desmanes propios de los grupos paramilitares del pasado que tomaban en sus manos la justicia…la Fiscalía ha puesto al descubierto una red de policías que al parecer tenían por tarea “ejecutar, liquidar o asesinar” a supuestos delincuentes vinculados con las maras.

A diferencia de los dos casos anteriores, el intento de “aniquilar mareros” al margen de la ley es un hecho sumamente grave; se ha puesto al descubierto lo que era un secreto a voces, que grupos están involucrados en el asesinato de mareros.

Esta cuestión, no sé si es justificado, pero al menos se le “echa tierra” para pasar desapercibido por la sociedad cansada, tiene como manto el hastío, fastidio por las acciones de las pandillas que no solamente asesinan y extorsionan a diestra y siniestra en todo el territorio nacional, sino que generan un ambiente de terror entre la mayoría de la población honrada y trabajadora.

Incluso, activistas del pasado, defensores de los derechos humanos, algunos de ellos en puestos de gobierno en la actualidad, han fingido demencia sobre estos hechos donde hay indicios claros de exterminio de pandilleros.

En fin, y esto sí debemos resaltar, que la institucionalidad, las leyes, y gente decente se ha puesto a la cabeza de las acciones que buscan transparentar el accidente de tránsito provocado por un vehículo de Casa Presidencial. La opinión pública, especialmente manifestada en las redes sociales, ha jugado un papel preponderante de contención y evitar que la libertad de expresión sea mancillada. Todavía más, la Fiscalía, con la ley en las manos, se amarró los pantalones y ha enfrentado, y llevado a la justicia, al menos a un grupo de personas, varios de ellos vinculados con la PNC, involucrados en el exterminio ilegal de pandilleros…

Se trata de tres hechos que no podemos dejar pasar, son indicios que no podemos permitir que se conviertan en una tendencia sólida donde primen la impunidad, la prepotencia y el pasar por encima de las leyes y la institucionalidad. 
 

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com