Talla única

La última campaña de la compañía de telefonía Digicel demostró ser un saco “talla única” para nuestros diputados pues, de manera deprimente, aquellos a los que no les quedó el saco fueron la excepción.

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elsalvador.com

Por Cristina López*

2016-07-10 7:03:00

¿Ya ha oído de esa utilitarista — más no necesariamente estéticamente atrayente– invención del diseño de moda llamada “talla única”? Nuestros amigos del norte, en la lengua de Shakespeare, promueven este tipo de productos como “one size fits all”. El sentido común debería indicarle que la promesa no es cierta: como humanidad venimos en tantas formas y tamaños que la opción de talla única tiende a ser una apuesta optimista por atinarle al promedio de tamaños. La talla única espera quedarle a “casi” todos, no a todos.

¿Ya ha oído aquello de que “al que le quede el saco, que se lo ponga?” Es el dicho coloquial que quiere decir que solo aquellos que se sienten interpelados deben darse por aludidos por declaraciones generales no dirigidas a personas específicas. Esta semana, la última campaña de la compañía de telefonía Digicel demostró ser un saco “talla única” para nuestros diputados, pues de manera deprimente, aquellos a los que no les quedó el saco fueron la excepción. En un tragicómico anuncio, nos enteramos que la comisión política de la Asamblea le quiere pedir a la SIGET que retire la campaña llamada “Asesores” porque les “falta el respeto”.
 
Es cómico, porque no deja de dar risa que sean tan sensibles los diputados, y que un anuncio que de manera alguna los interpela de manera directa, lo tomaron como si fuera escrito con nombre y apellido. Solo se puede explicar lo sobredimensionado de sus reacciones pomposas, autoimportantes y ridículas, con que el saco les quedó a muchos y por eso, se lo pusieron. 

Pero también es sumamente trágico, porque estamos siendo testigos de cómo algunos quieren usar (de hecho, abusar) su posición de poder para ponerle freno a la libertad de expresión porque alguien hizo alusiones que les cayeron como broma pesada. Trágico, que lo que consideren prioritario sean sus propios egos adoloridos antes que el dolor de la población indignada por la corrupción, los despilfarros, la crasa y obvia incompetencia (de la que ningún partido tiene el monopolio), y la absurda inseguridad que continúa resquebrajando nuestro Estado de Derecho.

Con independencia de que la ocasión sea tierra fértil para los memes y bromas en internet es de suma importancia que la población tome nota en estos momentos de quiénes son los diputados que se han rehusado a ponerse el saco. Es símbolo de valentía oponerse, incluso a colegas del propio partido, cuando medidas de este tipo amenazan con rebajar aún más la credibilidad del puesto que ocupan. Es importante saber quiénes son los diputados de talla única y quiénes son aquellos a los que el saco de corruptos y deshonestos no les quedó y por lo tanto, no se dieron por aludidos, pues son estos los que vale la pena mantener en la Asamblea. La campaña publicitaria de Digicel, tanto la edición anterior como la actual, ha presentado también una oportunidad en el sentido que han quedado en evidencia aquellos para quienes la libertad de expresión solo aplica cuando lo que se expresa se alinea con su visión del mundo. No se engañe si le venden esas posturas como defensa de valores. Son simples eufemismos para el autoritarismo y la imposición.
 

*Lic. en derecho de ESEN 
con maestría en Políticas Públicas 
de Georgetown University.
Columnista de El Diario de Hoy
@crislopezg