Alerta por alza de casos de tifoidea en El Salvador

El Ministerio de Salud lanzó una advertencia por el aumento de casos de fiebre tifoidea en las últimas semanas.

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Alerta por alza de casos de fiebre tifoidea en el país / Foto Por Archivo

Por Xenia González Oliva

2016-07-11 7:30:00

El Ministerio de Salud emitió una advertencia ante el aumento de personas afectadas por la fiebre tifoidea. 

El alza se ha registrado durante las últimas semanas en el país.  

“Estamos observando incremento de fiebre tifoidea, ya la detectó el sistema de alerta temprana”, informó José Claros de la dirección de Vigilancia Sanitaria del ministerio. 

“La susceptibilidad a la enfermedad es universal,  puede matar a cualquier persona”, explicó el infectólogo, Jorge Panameño.

Hasta el 2 de julio ya eran 477 los casos de fiebre tifoidea atendidos en el país. 

La cifra ha superado la cantidad esperada por el Ministerio de Salud (Minsal). El modelo matemático predictivo que usa Salud para la fiebre tifoidea se basa en los datos semanales que se registraron durante los últimos cinco años, según se expone en el boletín epidemiológico de la semana 26. 

La fiebre tifoidea es una infección provocada por la bacteria Salmonella typhi o Salmonella paratyphi A, B o C. 

Panameño dijo que para que una persona desarrolle la enfermedad debe haber tenido contacto con heces fecales humanas contaminadas. 

“Para que un adulto desarrolle fiebre tifoidea necesita haber ingerido al menos tres  gramos de heces fecales humanas que contengan Salmonella typhis”, expresó. 

Por ello, consumir agua o alimentos contaminados es la principal forma de adquirir la bacteria. 

Panameño advirtió que es importante saber diferenciar la fiebre tifoidea de la salmonelosis.

La primera  se caracteriza por las fuertes fiebres; mientras que la salmonelosis es una intoxicación alimenticia que produce mucho vómito y diarrea, pero no fiebre. 

Cuando una persona se contamina, la bacteria ingresa vía digestiva al organismo, llegando al intestino, hasta pasar a la sangre y comenzar a producir efectos inflamatorios y necróticos en diversos órganos, informó el Minsal. 

La enfermedad puede desarrollarse en cuatro fases, divididas por semanas desde el inicio de los síntomas. 

Panameño  expuso que en la primera semana, la persona afectada comienza a padecer fiebre y malestar general, en algunos casos hay hemorragia nasal. 

Para la segunda semana la fiebre aumenta y puede llegar a ser de 39 a 40 grados. “A tal grado que las personas suelen delirar de la fiebre”, manifestó el médico. 

Con frecuencia puede haber estreñimiento o diarrea. Órganos como el bazo y el hígado comienzan a inflamarse, en esta fase de la enfermedad.

Panameño advirtió que al llegar a la tercera semana sin haber recibido tratamiento, el paciente comienza a presentar complicaciones  que pueden volverse mortales. 

Hay diseminación de bacterias a la sangre que pueden generar sepsis, meningoencefalitis, y puede afectar  hasta el corazón. Incluso, puede haber perforación intestinal en un área del intestino delgado. 

“Cuando no ha sido diagnosticado a tiempo puede formar úlceras en el intestino, perforar el intestino y producir  una peritonitis”, expuso el infectólogo Iván Solano Leiva. 

Añadió que, aunque son pocos los casos, hay personas que pueden padecer hemorragias intestinales y defecan sangre. 

“Es una enfermedad problemática que sin tratamiento puede tener probabilidad de muerte de hasta el 20%”, explicó Panameño.  

Claros dijo que, ante el alza de casos, es importante que la población evite automedicarse y pase consulta de forma oportuna. 

Solano Leiva comentó que en muchos casos las complicaciones se dan porque los pacientes no consultaron a tiempo porque confunden los síntomas con otras enfermedades como el dengue y chikunguña. 

“No es una infección viral como el dengue, recomendaría a la población que si tiene fiebre elevada y malestar general que no mejora debe sospechar y pasar consulta”, expuso Solano Leiva. 

El dolor de cabeza que suele aparecer a causa de la fiebre tifoidea se concentra en el área frontal y es tan fuerte que no deja ni dormir al paciente, indicó el infectólogo. 

“El problema es que puede matar, si no es diagnosticada y tratada a tiempo”, recalcó.

Solano Leiva señaló que durante los últimos años la Salmonella typhi ha comenzado a demostrar resistencia contra el antibiótico ciprofloxacina, que se usaba normalmente, por ello es importante que un médico evalúe adecuadamente el medicamento que recetará. 

Además, recomendó que no se utilicen antígenos febriles como método diagnóstico, ya que debido a que la presencia de la enfermedad es endémica en el país, muchos salvadoreños pueden haber tenido contacto ya con la bacteria y puede aparecer en la muestra aunque no tenga fiebre tifoidea. 

Solano Leiva señaló que después de iniciar el tratamiento antibiótico, la fiebre no tiende a disminuir inmediatamente, se logra controlar a partir del tercer a séptimo día de haberlo iniciado. 

“Es importante que se sepa porque la familia o el paciente se desespera”, advirtió el especialista.  

Una buena higiene para prevenir la enfermedad

“Es una enfermedad que está muy relacionada con condiciones higiénico sanitarias”, expresó Solano Leiva. 

El médico consideró que la situación no es exclusiva responsabilidad del Minsal. Opinó que si existe un brote se debe a que no hay agua potable disponible para la mayoría de los salvadoreños, porque ha habido problemas de la disposición de la basura, como la crisis ocurrida recientemente en Apopa. “Las moscas llevan las bacterias en sus patas y contaminan los alimentos”, indicó el infectólogo. 

Solano Leiva se preguntó sobre las condiciones en las que muchos salvadoreños adquieren el agua para beber o para realizar una acción tan importante como lo es lavarse las manos antes de comer, manipular alimentos y después de ir al baño. Panameño expuso que el aumento de casos de fiebre tifoidea y de enfermedades diarreicas tienden a ocurrir al inicio de la temporada de lluvias ya que hay contaminación de las fuentes de agua. Muchas personas defecan al aire libre y las lluvias lavan esas heces hacia los ríos y los contaminan. 

Panameño consideró que se debe tratar de determinar la fuente del problema, de qué entorno provienen la mayoría de las personas afectadas, qué porcentaje de ellas no cuentan con letrinas o toman agua de pozos.  

“Todas esas condiciones sociales explican por qué esas enfermedades se incrementan y nos impactan más a países como los nuestros”, declaró Solano Leiva. 

No obstante, en el Hospital Zacamil la fuente del problema de la mayoría de pacientes que son atendidos por fiebre amarilla es la falta de higiene, no lavarse las manos o comer alimentos contaminados, sostuvo el jefe de Pediatría, Hugo Lima. 

“Es importante que eviten comer cosas que están vendiendo en la calle, que a veces no están supervisadas, no están bien preparadas, y por favor que se laven las manos antes de comer, es algo que aún no lo queremos entender”, dijo Lima.

Solo en el Zacamil llegan de dos a tres pacientes menores de edad por la enfermedad, hasta la fecha no se han reportado muertes en el centro por fiebre tifoidea.  

A Salud le preocupa que dentro de tres semanas iniciará el período de fiestas agostinas y la conglomeración de la población puede aumentar el riesgo de adquirir la bacteria o de padecer otras enfermedades diarreicas, comentó Claros. 

El médico insistió en la importancia del lavado de manos antes de manipular alimentos, antes de comer y después de ir al baño.

También es necesario que la población busque lugares que cumplan con las medidas de higiene para consumir sus alimentos. “No se propaga por otra manera más que por consumir heces”, reiteró Panameño.