El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal, pidió hoy al Gobierno que realice una auditoría con los trabajadores del sector público para evitar que haya plazas fantasmas.
Cardenal recordó que el Estado ha crecido con más de 40 mil empleados públicos nuevos, pero que no se miran mejorías en los servicios que prestan.
Durante la entrevista del noticiero Hechos, de Canal 12, el líder empresarial razonó que en hospitales, escuelas o la policía los servicios siguen siendo los mismos, pese a nuevas plazas.
“No hay que despedir gente. Que se haga una auditoría que trabaja en el Gobierno”, dijo y ejemplificó que eso mismo se acaba de realizar en Honduras, descubriéndose que un 10 % de las plazas no existían.
También te puede interesar: Sin pacto fiscal real vamos en dirección de impago, dice FUNDE
“Muchas contrataciones son con tinte político”, razonó Cardenal, quien no comparte el llamado del presidente Salvador Sánchez Cerén, que ha pedido urgente un “pacto fiscal”.
Sánchez Cerén dijo que el país está con señales rojas debido al alto endeudamiento, hasta de un 63 % del PIB, muy por encima de lo normal.
Pero el presidente del ANEP no cree que se necesite ese pacto fiscal, porque, para él, significaría que el Estado se invente nuevos impuestos. Para Cardenal, lo que se requiere es un “pacto por el crecimiento”, específicamente con la apuesta de atraer mayor inversión.
¿Qué hacer?
Y ese pacto del que habla pasa por reducir los empleos innecesarios en el Estado (revisar los procesos de jubilación, no solo identificar plazas fantasmas), la atracción de inversión (combatiendo las extorsiones y creando reglas claras) y siendo austeros (evitar gastos como los viajes de diputados).
Cardenal dijo que El Salvador en Centroamérica es el último país que recibe inversión extranjera directa, en el orden del 4 %, cuando lo ideal sería un 15 a 20 %. Guatemala y Honduras, que tienen alto grado de delincuencia como en El Salvador, recibe más inversores que los salvadoreños, analizó.
También criticó que se hacen muchos gastos innecesarios, que no existe austeridad y de allí mencionó los viajes o lujos que se dan los diputados.
En ese sentido, manifestó que no era problema de dinero lo que había llevado al país a la crisis que se vive en la actualidad, sino que por seguir procesos fallidos como el del Socialismo del Siglo 21, que privilegia el control del Estado y no del mercado.
Trajo a cuenta que los ingresos en El Salvador habían crecido un 15 % en los últimos meses, pero que los gastos también se habían disparado, hasta un 18 %.
“Esto no es problema de dinero, sino de políticas públicas. Nunca alcanza el dinero. Y sin inversión no hay crecimiento, no hay empleos ni dinero para el fisco”, agregó Cardenal.