¿Nos caemos todos?

Hace unos días, proclamamos nuestro desacuerdo de la tarifa a través de un apagón, y cada candelita que se encendió esa noche representaba a un salvadoreño que se rehúsa a “hacer un sacrificio más”

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Militares y policías realizan operativo en la zona de la masacre.

/ Foto Por Francisco Campos

Por Paola Rodríguez Pacas*

2016-07-13 9:10:00

Queridos salvadoreños: 

Esta vez les escribo para comentar un tema que esta muy de moda en el país: el famoso aumento de 13% al precio de la energía eléctrica. Hace poco, los salvadoreños recibimos la noticia de que en un par de semanas, las tarifas de electricidad se iban a aumentar un 13%. Este aumento se debe a que la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) necesita los fondos para crear “un país más competitivo en términos de generación de energía renovable.” Además, nuestros funcionarios anunciaron que esta nueva tarifa no afectaría a las personas que consumen menos de 99kw/h, debido a que sólo les cobrarían un centavo más por kw/h consumido. Siendo este tema tan escandaloso, me llamó la atención ver que así como muchísimas personas se alarmaron con este aviso, muchas otras se quedaron tranquilas, y hasta se podría decir, de brazos cruzados. ¿Por qué? Si esta nueva tarifa no les aplica a ellos, por ende debe de significar que ellos no se encontrarán con mayor cambio económico en sus vidas.

Esta situación me recordó mucho a lo que se le conoce como el efecto dominó. Si se ordenan cien dominós uno detrás del otro y se le da un pequeño golpecito al primero en la fila, el primer dominó le da otro golpecito al segundo, el segundo al tercero, y así sucesivamente hasta que todos hayan caído. No importan las vueltas, los colochos, o las formas que le des a la fila… al final, los cien dominós terminan caídos. De igual manera, no importa las vueltas y los adornos que le den los funcionarios al asunto, ese 13 % en la electricidad afectará al 100 % del país.
 
Según cifras de 2011, El Salvador contaba con aproximadamente 600 mil hogares que consumían menos de 99kw/h de energía eléctrica. Si suponemos que en cada hogar viven cuatro personas, estamos hablando de 2,400,000 salvadoreños que piensan que este 13 % no afectará su calidad de vida. Yo no soy economista, y por eso es que no les puedo hablar con números. Pero no hace falta hablar con números para decirles que gracias a esta tarifa, los precios de muchos servicios que utiliza la mayoría –si no toda– de la población van a aumentar. Los súper mercados, la gasolina, el agua, el gas… ¿seguros que el aumento en estos precios no nos afecta a todos?
  
Lamentablemente, las personas tendemos a no meternos cuando pensamos que algo no nos perjudica a nosotros. Nos presentan el incremento a la tarifa eléctrica como si a un tercio de la población no la va a afectar, pero es hora de darnos cuenta que la realidad es otra. Este nuevo impuesto es un golpecito de parte del gobierno, y aunque no seamos de los primeros en la fila, todos vamos a terminar cayendo como resultado. Esto no quiere decir que estemos acabados y que no hay nada que podamos hacer. Al contrario, esta situación nos debería de servir para darnos cuenta que todos nos vemos afectados por las decisiones que se toman en nuestro país, y que es necesario afrontar las cosas juntos para poder salir adelante. 

Hace unos días, proclamamos nuestro desacuerdo de la tarifa a través de un apagón, y cada candelita que se encendió esa noche representaba a un salvadoreño que se rehúsa a “hacer un sacrificio más” por algo que probablemente no tendrá resultados. Cada candelita representaba a un salvadoreño que está dispuesto a mantener su llama de la esperanza viva. Así que, los animo a que si eran de los que pensaban que el incremento en la tarifa “no los afecta,” lo piensen mejor… Tarde o temprano, si cae uno, caemos todos. Mejor unámonos para sacar adelante a nuestro querido país, pues al final en El Salvador vivimos todos, El Salvador es de todos, y El Salvador somos todos.

*Colaboradora de El Diario de Hoy