Un banco internacional advirtió recientemente al Gobierno de El Salvador que no tiene sentido aprobarle nuevos préstamos si estos siguen esperando ratificación en la Asamblea Legislativa. Así lo reconoció el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, quien matizó que no se trata de una suspensión de desembolsos o nuevos créditos.
El funcionario buscó desmentir que la situación esté relacionada con la crisis de liquidez que atraviesa el Gobierno o el manejo de las finanzas públicas.
“No es que haya suspendido nuevos préstamos o desembolsos. Lo que un organismo internacional ha mencionado es que si la Asamblea no aprueba los préstamos, para qué van a estar desgastándose en el directorio del banco para aprobar préstamos que quedan empantanados”, explicó Cáceres.
Siempre que un banco u organismo internacional otorga un préstamo al país, la Asamblea Legislativa debe autorizarlo para que el Gobierno pueda usar el dinero.
Las declaraciones del Ministro no revelan cuál fue el organismo que envió la carta la semana pasada, pero indican que el malestar es compartido por dos importantes entidades: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
“Los bancos, BID y Banco Mundial dicen de qué nos sirve aprobar créditos si en la Asamblea se pierden”, añadió Cáceres.
El martes, durante un foro sobre finanzas públicas el economista, Luis Membreño, mencionó que un importante organismo multilateral había suspendido al país el desembolso de préstamos y la negociación de nuevos créditos.
Dijo que la carta tenía relación “con todo lo que el Fondo Monetario Internacional ha dicho. Ahí está clarísimo. Si el fondo dice que un país no es viable si no hace esto o lo otro, esos organismos toman muy en serio las recomendaciones”, recalcó.
Sin embargo, aunque la carta no está relacionada con el estado de las finanzas públicas, según dijo el ministro, revela el malestar que tienen algunos organismos internacionales con la ejecución fiscal del país y la confrontación política sobre el tema.
“No quieren llevar (nuevos préstamos) al directorio de esos bancos, si no hay certeza que los diputados los vayan a aprobar”, apuntó Cáceres.
El titular de Hacienda acusó a Membreño de hacer una interpretación ideológica de la situación y consideró que las críticas de muchos economistas “rayan en lo ridículo”.
Contactado para conocer su postura, Membreño prefirió no responder al comentario del ministro Cáceres.
“El público sabe lo que uno dice y por qué lo dice”, concluyó el economista.
Nueva advertencia
Las quejas que el BID y el Banco Mundial han manifestado al Gobierno de El Salvador serían solo la llamada de atención más reciente sobre el manejo financiero del Estado.
En junio se conoció que el banco de desarrollo alemán, KFW, suspendió en abril el desembolso de dos préstamos a la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).
El motivo era la preocupación del banco alemán por la posibilidad de que CEL no tuviese suficientes recursos para pagar los préstamos.
La carta que enviaron a representantes de Gobierno y de la autónoma pedía que la política de subsidios no complicara la capacidad de pago de CEL. A pesar de ser una empresa de generación eléctrica, uno de sus mayores gastos es el pago de subsidios, para lo cual destinó $127 millones en 2015.
El presidente de Grupo CEL, David López Villafuerte, aseguró esta semana en televisión que esta situación ya se ha superado tras hacer algunos pagos a KFW.
Además estas quejas se conocen en medio del llamado a un pacto fiscal que realizó el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.
El mandatario aceptó lo que muchos economistas llevan advirtiendo desde hace años: el endeudamiento del país es demasiado elevado y el uso de Letras del Tesoro (LETES, que sirven como tarjeta de crédito) esta complicando al fisco.
El Gobierno debe pagar cada mes parte de las LETES. En lo que falta del año el desembolso asciende a $534 millones.
Tan grande es la presión de este compromiso que en la última semana el Gobierno utilizó más LETES para pagar las que se vencen en julio. En otras palabras, uso una tarjeta de crédito para pagar otra.
La acción fue realizada ya que la Asamblea Legislativa se ha negado a aprobar nuevos préstamos de largo plazo y así permitir a Hacienda refinanciar las LETES.
Varios economistas han señalado que es urgente, por un lado, buscar una manera de refinanciar esta deuda. El siguiente paso, añaden, es que se busque un acuerdo fiscal entre los partidos políticos y funcionarios para controlar el alto endeudamiento y los gastos del Gobierno.
En mayo de 2014 este periódico publicó que el Banco Interamericano de Desarrollo suspendió al país la oportunidad de acceder a créditos rápidos ya que no existe estabilidad macroeconómica.
Esto ocurrió luego que se suspendiera el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2013. Para poder acceder a estos créditos, que ofrecen hasta $40 millones a los gobiernos que los necesitan, se debe contar con un acuerdo precautorio con el Fondo vigente.
El ministro Cáceres, también señaló que el Gobierno no está buscando un nuevo acuerdo precautorio con el FMI, pero que ha sido una sugerencia en las pláticas para buscar un acuerdo fiscal.