Si todo sale como el Banco Mundial y el Ministerio de Salud lo planean, los pacientes con cáncer que acuden al sistema público de salud recibirán tratamiento de radioterapia completamente gratis a partir del segundo semestre de 2017.
Esto marcaría un hito en la atención del cáncer en el sistema público de salud, cuyos pacientes, hasta la actualidad, son referidos al Instituto del Cáncer de El Salvador “Dr. Díaz Bazán”. Ahí, tras un estudio socioeconómico se les asigna una cuota a pagar por cada sesión de radioterapia. Es así como un tratamiento que en la consulta privada puede llegar a costar $30 mil, en el instituto puede costar $180, según explicó Salvador Díaz Bazán, director de ese centro, semanas atrás.
Te puede interesar: Solamente la farmacia especializada distribuirá medicinas oncológicas
El “Diagnóstico situacional del cáncer en El Salvador”, en cuya elaboración participó el oncólogo radioterapeuta Raúl Lara Menéndez, advirtió que en el sistema público “las principales deficiencias se encuentran centradas en la carencia de radioterapia como opción terapéutica”.
Para solventar esa deficiencia y llegar a prescindir de los servicios del instituto, un monto de 8 millones de dólares, del préstamo del Banco Mundial 8076-SV por 80 millones ya aprobado, será destinado a construir y equipar la primera unidad de radioterapia del sector público que contará con dos aceleradores lineales y braquiterapia para cáncer de cuello uterino.
“Cada acelerador lineal tiene un promedio de atención de 1,500 personas aproximadamente por año. Si tuviéramos dos aceleradores tendríamos la capacidad de atender a unas 2,500 a 2,800 personas por año”, afirmó el viceministro de Servicios de Salud Julio Robles Ticas.
Cada equipo, añadió, tendrá un sistema informático que junto a un aparato de tomografía axial computarizada servirá para hacer los cálculos de la intervención según las características de cada paciente.
En la unidad, según explicó la jefa de la Unidad de Cáncer del Ministerio de Salud, Andrea Chacón, laborarán 35 personas entre radioterapeutas, físicos médicos, técnicos en radiología, enfermeras, secretaria, auxiliar de servicio, y encargados de archivo.
La unidad de radioterapia será construida en un terreno propiedad del Ministerio de Salud ubicado entre el hospital Zacamil y el Policlínico Zacamil del ISSS.
El 5 de julio fueron publicadas las bases para la Licitación Pública Internacional “Adquisición de Equipo Médico y no Médico para el Montaje de la Unidad de Atención al Cáncer” (No FSSPSV-194-LPI-B).
El viceministro de Servicios de Salud, Julio Robles Ticas, explicó que la construcción de esta unidad es parte de la implementación de la Política Nacional Contra el Cáncer que se empezó a configurar, con la participación de diferentes sectores, en 2014.
Esta política tiene 5 componentes principales. En palabras de Robles Ticas: “El componente de la calidad, el componente del registro nacional del cáncer (que nunca ha existido) , el componente de los recursos humanos, el componente de la investigación y el componente del financiamiento, porque son enfermedades caras que implican hacer fuertes inversiones, pero que gran número de nuestra población las adolece y, por tanto, hay que abordarlo responsablemente”.
Dentro de la calidad, se incluye la promoción de estilos de vida saludable; es decir, la educación de la población para prevenir el cáncer. Esto requiere capacitar a los médicos, las enfermeras y los promotores que laboran en las 750 unidades de salud.
Robles Ticas considera esto fundamental: “Para que no vayamos a creer que la solución del problema del cáncer es tener cirujanos, medicamentos y radioterapia, porque esa ya es la consecuencia de no poder actuar tempranamente”.
Además de educación y prevención, como parte de la calidad, se fomentará la detección temprana del cáncer.
Por ello se procurará que a través de una historia clínica bien hecha y exámenes oportunos se puedan detectar los casos de cáncer en su primera etapa y no hasta que ya haya metástasis. Una novedad más es la capacitación de equipos de algología, alivio del dolor, y cuidados paliativos de los pacientes terminales. Esta es otra de las grandes novedades de la política, pues hasta la actualidad solo el hospital Divina Providencia, dirigido por las Carmelita Misionera de Santa Teresa, brinda este servicio de forma gratuita.
Chacón explica que hay seis hospitales que ya tienen unidades del dolor y cuidados paliativos. Estos son: el Hospital Rosales, el Hospital Nacional de la Mujer, el Hospital Bloom, el Hospital de Santa Ana, el Hospital de San Miguel y el Hospital San Rafael. A los cuales se les sumarán próximamente el Zacamil y el hospital de San Vicente.
Un registro en formación
El Salvador nunca ha contado con un registro nacional del cáncer. Hasta la primera década de este siglo, el Instituto del Cáncer de El Salvador, llevaba un registro de tumores, pero no se le dio continuidad.
Ahora oncoólogos, patólogos, cirujanos y educadores con el apoyo de la OPS, la OMS y otras instituciones, preparan un registro nacional.
Robles Ticas explica: “Sabíamos que hay cáncer, pero no sabíamos en qué cantidad, qué tipo de personas lo padecen (…), en qué edades son más frecuentes, dónde habitan, qué características tienen los tumores, etcétera. Eso no lo sabíamos y es por eso que hay que hacer un Registro Nacional”.
El funcionario explica que el único hospital que ya tenía un buen registro de cáncer era el Bloom, pero el Rosales y el Hospital Nacional de la Mujer carecían de esa información. Estos tres son los principales centros de atención del cáncer en el sistema público, pues atienden el 90 % de los casos.
“Son los que ven cáncer de próstata, de hígado, de pulmón, de riñón y de colon, que no son tratados en ningún otro hospital”, explica Robles Ticas. El registro incluirá también información sobre dónde vive el paciente, qué edad tiene, qué tipo de cáncer padece, qué medicamentos toma, qué complicaciones tiene, si tuvo metástasis o no y cuál es su pronóstico médico. La base de datos servirá para calcular la inversión en medicamentos.
Robles Ticas asegura que hay especialidades médicas que son escasas en el país. Asegura que faltan oftalmólogos, patólogos y cirujanos de corazón. En el caso de la atención del cáncer afirma que “los oncólogos son poquitos y (…) los oncólogos radioterapeutas son mucho más poquitos”.
Para solventar esa falta de personal, Taiwán está capacitando tres radioterapeutas y un cirujano, que se fueron a inicios de este año y que estarán allá durante dos años especializándose. Además, Cuba formará técnicos que operen los aparatos de radioterapia. La colaboración también proviene de Estados Unidos, pues la Universidad Vandelbilt, junto a la Asociación Salvadoreña de la Prevención del Cáncer de El Salvador (Asaprecan) y el Minsal, llevan a cabo un estudio sobre incidencia y prevalencia del cáncer gástrico. Esto como parte de una investigación sobre la incidencia de este cáncer en el Triángulo Norte de Centroamérica.