El centro educativo del cantón Piedras Pachas,en Izalco, Sonsonate abrió sus puertas esta mañana tras casi un mes de permanecer cerrado por amenazas de muerte de pandillas, con lo que cerca de 400 alumnos se atrasaron en sus clases.
A raíz del cierre, buena parte de los padres de familia se llevaron a sus hijos y los matricularon en otros centros aledaños, afirmó Francisco Zelada, secretario de Simeduco.
Esta mañana un funcionario de la Departamental de Educación de Sonsonate, manifestó que las clases se habían reanudado en el centro educativo de Piedras Pachas con nuevo personal de docente, solo que no quiso brindar mayores detalles sobre la problemática que llevó al centro educativo a cerrar sus clases durante casi un mes, como lo afirmó Simeduco.
El secretario de Simeduco confirmó que las clases habían reiniciado este día pero con una baja asistencia y con nuevos maestros.
Además se reanudaron las clases sin antes haber sometido a los niños a un tratamiento psicológico ante el daño emocional recibido tras la amenaza de grupos delincuenciales.
No hay una versión exacta de cómo empezó todo, pero según el secretario general de SIMEDUCO, la planta completa de maestros, 12 en total y la población estudiantil dejaron de asistir al centro educativo.
Aunque la mayoría de centros son cerrados por incumplimiento de exigencias que pandilleros hacen a maestros y directores (extorsiones), esta vez parece ser diferente,tampoco se sabe, si la amenaza que hizo que se ausentaran los maestros y los alumnos llegó a través de un escrito anónimo o si sujetos la hicieron de manera presencial, llegando a la institución.
La zona y la escuela situada en territorios de dominio de pandillas no ha tenido presencia policial ni militar como suele suceder en otros casos cuando se presenta el problema.
A raíz de la crítica situación, al parecer el director departamental de Educación ha contratado maestros interinos para reanudar las lesiones.