Pandillas cerraron por un mes escuela de Izalco

Clases fueron suspendidas por amenazas de pandillas lanzadas a estudiantes, maestros y padres de familia.

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La escuela del cantón Piedras Pachas, en Izalco, Sonsonate, fue cerrada por amenazas de pandillas. El ministerio de Educación abrió el centro con nuevos profesores. Video cortesía TCS

/ Foto Por elsalvador.com

Por Jaime López

2016-07-19 9:08:00

Tras casi un mes de estar cerrada por amenazas y constante acoso de pandillas a profesores y alumnos, el Centro Educativo del cantón Piedras Pachas, en el municipio de Izalco en Sonsonate, reabrió sus puertas esta semana para atender a su comunidad educativa.  

La Departamental de Educación de Sonsonate se vio en la necesidad de contratar nuevo personal para recomenzar sus clases, ya que el personal que había, en total 12, temen por sus vidas al regresar.


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El director del Sindicato de Maestros y Maestras de Educación Pública de El Salvador, (SIMEDUCO), Francisco Zelada confirmó que las instalaciones de la referida escuela fueron abiertas el martes, pero con menos estudiantes de los  matriculados.

Zelada puntualizó que debido a las amenazas buena parte de padres de familia tomó la decisión de llevarse a sus hijos a otros centros educativos aledaños que les garantizara la mínima seguridad.

La matrícula inicial del Centro Educativo de Piedras Pachas era de 400 alumnos de parvularia a noveno grado en los turnos de mañana y tarde.

La mañana de martes un funcionario de la Departamental de Educación de Sonsonate quien pidió no ser identificado manifestó que las clases se habían reanudado en ese centro educativo.

El funcionario aclaró que las clases se reanudaron con nuevo personal docente, solo que no quiso brindar mayores detalles sobre la problemática que llevó al centro educativo a cerrar sus clases durante casi un mes, como lo afirmó Simeduco.

Alumnos deben ser tratados

El líder gremial lamentó que las clases en el centro educativo hayan reanudado  sin antes haber sometido a los niños a un tratamiento psicológico ante el  trauma, pánico y daño emocional que recibieron tras la amenaza de grupos delincuenciales.

Lo curioso del problema es que aún se desconoce una versión exacta de cómo empezó todo, es decir las autoridades no han revelado los motivos que presuntos grupos de pandillas tuvieron para ordenar a profesores y alumnos a retirarse del centro educativo.

Por lo general los centros escolares son cerrados cuando tanto alumnos como maestros han  incumplido ciertas exigencias de pandilleros como no pagar la extorsión, tener informes que más de alguno los ha puesto en mal con la Policía.

 Tampoco se ha revelado la manera en que se dio la amenaza a los maestros y alumnos;  si fue por escrito anónimo, llamada telefónica o de forma presencial.   

Falta de seguridad

Vecinos de Piedras Pachas denunciaron que todo el tiempo que la escuela permaneció cerrada no hubo seguridad brindada por policías o militares, más solo la sombra de terror que impregnan en El Salvador las pandillas.

Se intentó conocer la versión de la Policía de Izalco, pero una agente dijo que no se encontraba el jefe para brindar información sobre los hechos que hicieron que la escuela permaneciera cerrada.

Tampoco se indicó, si la Policía había realizado capturas de sujetos involucrados en las amenazas.

El secretario de Simeduco afirmó que más de un 60 por ciento de las escuelas en El Salvador funciona bajo algún clima de amenazas de pandillas.

Los departamentos que a diario experimentan con mayor dureza este flagelo en los centros educativos son: Sonsonate, San Salvador  y La Libertad. En Sonsonate, las escuelas más afectadas son las de Nahuizalco, Izalco y otros municipios situados al sur del departamento.

Mientras en San Salvador, las escuelas con más acecho son las situadas en la zona sur y norte, que abarca los municipios de San Marcos, Panchimalco, Rosario de Mora, Santo Tomás, entre tanto en la zona norte, está Apopa, Aguilares, Cuscatancingo, Ciudad Delgado y Mejicanos.

El gremialista también manifestó que más de la mitad de los profesores del país son extorsionados por grupos de pandillas, quienes para imponerles la cuota que deben pagar mensualmente, exigen las planillas de los docentes para verificar el salario líquido que reciben del Ministerio de Educación.

Los delincuentes revisan los cuadros de pago porque no creen en la palabra de los maestros quienes en su mayoría alegan que no pueden dar las sumas de dinero que les exigen porque tienen deudas o préstamos que saldar mes a mes.

Sin embargo, no se libran de dar 25, 50, 100 y en algunos caos hasta 300 dólares por mes. Pero los chantajes que experimentan los profesores no solo es de dinero, también de poner buenas notas y promedios cada trimestre a hijos de pandilleros. Además obligan a los docentes a recibir tareas de sus hijos fuera de tiempo, no en la escuela sino en casa del maestro.

En otros casos, las pandillas piden prestado libros o dinero a profesores pero no los regresan o se olvidan de pagarlo.

Cuando los maestros no satisfacen las exigencias de los pandilleros hay asesinatos; en lo que va del año, siete maestros han sido asesinados, dos de las víctimas perdieron la vida a manos de estos grupos en Cuscatlán, afirmó el secretario de SIMEDUCO.

En la listas mortales de la violencia también está los estudiantes; a la fecha en el país, según la gremial, han sido asesinados 24 alumnos.

En su mayoría, los estudiantes son ultimados por tener alguna vinculación con pandillas, por negarse a pertenecer a pandillas o no pagar la extorsión.

En cambio los maestros han sido asesinados por considerarlos informantes de la Policía, no pagar la extorsión o no ayudarle en las notas y promedio a hijos de pandilleros.