Escuela de Izalco a merced de pandilleros

Carece de muro perimetral y está rodeada de maizales. El martes hubo un tiroteo entre policías y delincuentes atrás del inmueble.

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La escuela del cantón Piedras Pachas, en Izalco, reanudó clases el lunes luego de 21 días de suspensión. Padres dudan de que haya sido por amenaza de maras. 

/ Foto Por elsalv

Por Diana Escalante

2016-07-20 9:15:00

Un día después de que policías y pandilleros se enfrentaran a balazos en un predio contiguo a la escuela Margarita de Wilson, en Izalco, Sonsonate, pocos padres decidieron ayer mandar a clases a sus hijos.

Docentes del centro educativo, situado en el cantón Cruz Grande, relataron que unos alumnos del turno matutino llegaron a la institución pero los despacharon temprano porque sus padres se quedaron esperándolos. Por la tarde no hubo clases.

“Consulté con la Dirección Departamental (de Educación) y me dijeron que no podía forzar a los padres para que trajeran a los chicos ahora (ayer))”, dijo la directora. Las clases se reanudarán hoy.

El temor de la comunidad educativa no es infundado. El martes por la mañana, cuando los estudiantes estaban en el recreo, tres pandilleros de la 18 que estaban en los alrededores de la escuela atacaron a balazos a unos policías que pasaban por el lugar.

En el enfrentamiento murió Edwin Quilizapa, de 19 años, quien en 2013 salió de noveno grado de la referida escuela; otro pandillero resultó herido y el tercero huyó.

Los maestros contaron que dentro de la escuela, que tiene matriculados a 400 alumnos, hubo un caos cuando inició el tiroteo: los niños más pequeños corrieron hacia las aulas en busca de protección. 

Los más grandes, movidos por la curiosidad, intentaban acercarse a la escena para ver lo que había ocurrido.

Este es el segundo hecho de violencia que se registra afuera de esa escuela en los últimos cinco años. La vez anterior mataron a otro marero.

Los estudiantes y los maestros se sienten desprotegidos: la escuela no tiene muro perimetral, está rodeada de maizales y pandilleros. Además, las casas más cercanas están a varios metros de distancia.

 Hasta hace unos meses, unos policías se mantenían en una bodega de la institución y eso ahuyentaba a los delincuentes que llegan a acosar a las alumnas. Ahora los agentes patrullan esporádicamente y eso ha hecho que los delincuentes regresen.

El año pasado, el Ministerio de Educación les dijo que ejecutarían un proyecto de infraestructura en la escuela; hace poco, según la directora, les informaron que tendrían que seguir esperando.

Hermetismo tras suspensión de clases 

Las clases en la escuela del cantón Piedras Pachas, de Izalco, Sonsonate, se reanudaron el lunes luego de ser suspendidas por  tiempo indefinido, hace tres semanas.

La gremial de maestros Simeduco denunció que el cierre fue por amenazas de pandilleros. El Ministerio de Educación no ha revelado los motivos.

Esta situación llevó a la institución a enviar maestros nuevos porque los que estaban antes supuestamente temían regresar. Además, policías y soldados han sido delegados permanentemente en los contornos de la escuela para brindar seguridad.

Ayer por la tarde, los padres de algunos estudiantes relataron que los maestros  tampoco les  explicaron porqué suspenderían las clases. 

Una fuente policial manifestó que el día que anunciaron el cierre de la escuela se llevaron preso al  director  por  “obstrucción”.  No quiso revelar más detalles.

Una lugareña aseguró que el docente fue llevado esposado por la Policía pero horas después fue dejado en libertad y regresó a la institución.

Los padres esperan que en la reunión para la que han sido convocados mañana les den explicaciones; algunos dicen no creer que el cierre haya sido por amenazas de pandillas.