El deseo viene y va y a veces no sabemos a qué se debe. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que lo destruyen en un instante. Aisla de tu vida amorosa lo siguiente:
El estrés
Cuando estés nervioso por algo es difícil ponerse en un estado mental erótico que te permita disfrutar de las relaciones sexuales.
El cansancio
Otro de tus enemigos y uno de los culpables de que tantas parejas acaben rompiéndose. Y es que el estilo de vida que llevamos, siempre con prisas y con miles de cosas por hacer, pone las cosas muy difíciles para que al llegar a casa te apetezca dedicarle un tiempo al sexo.
Comer demasiado
Planeas una cena romántica con tu pareja y coméis como si no hubiera un mañana. Resultado: al llegar a casa ninguno de los dos tendrá ansias para el sexo.
La falta de higiene
Sin duda es uno de los principales culpables de que el deseo se quede a cero. Un baño rápido no cae mal.
Una discusión
Pelearse por todo no predispone a la pareja a un encuentro amoroso.
Fuente /Ellahoy