¡Atrevámonos!

Estoy convencido que los areneros estamos dispuestos a volver a rescatar una vez más a nuestra amada patria y asumir otra vez, con honor y mística, su rol histórico en beneficio de toda la población.

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Los graduados en las licenciaturas de Comunicaciones Integradas y Marketing, y Diseño Estratégico, durante la lectura del juramento profesional. 

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Mauricio Interiano*

2016-07-23 6:59:00

Queridos hermanos, este día haremos historia. Hoy inicia un nuevo capítulo en la vida de nuestro gran partido y de nuestra amada Patria. Hoy daremos el primer gran paso para nuevamente rescatar a El Salvador, así como lo hicieron todos aquellos valientes que decidieron hace 35 años reescribir el futuro del país.

Alianza Republicana Nacionalista nació en un momento oscuro de nuestra patria, en el que reinaba la desesperanza, la división, y la falta de oportunidades. Pero fue un grupo de salvadoreños audaces y determinados que decidió dar un paso histórico y fundaron nuestro gran partido. Se fundó con una causa clara e inspiradora, la cual logró unir a miles de nacionalistas: el desarrollo de nuestra nación con paz, progreso y libertad.

Hoy nuestra patria está nuevamente sufriendo. Algo nos pasó en el camino y permitimos que un grupo de malos salvadoreños sin escrúpulos ni visión de país, llegaran a gobernarnos, resultando en la situación actual que vivimos todos los salvadoreños en la que la mayoría está deseando partir en busca del sueño americano, en lugar de quedarse a construir el sueño salvadoreño.

Nuevamente tenemos la responsabilidad de actuar y de corregir el rumbo que llevamos. Pero para eso debemos primero entender qué nos pasó, asumir la responsabilidad y comenzar a corregir. Debemos recuperar nuestra identidad y causa, para poder recobrar esa mística que nos identificó y nos motivó a tantos salvadoreños. Todo comienza recordando la misión que se nos encomendó de transformar nuestra nación, en donde puedan tener progreso todos los salvadoreños, nuestros jóvenes, mujeres, obreros, campesinos, empresarios, profesionales, compatriotas del campo y de la ciudad, así como los hermanos en el exterior. 

De eso se trata la renovación de nuestro querido ARENA: de su mística. Se trata de llevar en el corazón esa causa que nos mueve a actuar sin esperar nada a cambio; de vivir nuestros principios y valores con coherencia, valentía y claridad; y de servir, juntos, con un solo propósito.
Se trata de revivir esa mística para poder inspirar a toda una nación a actuar unidos por un mejor El Salvador. Que podamos demostrar a todo compatriota que estamos de su lado, pues no debe haber nada más importante para un salvadoreño que otro salvadoreño. Que estamos dispuestos a ponernos en los zapatos del pueblo, que nos vamos a acuerpar y a apoyar como la familia que somos, y que nos vamos a exigir para dar lo mejor que tenemos. 

El Salvador nuevamente nos necesita enfocados, fuertes, valientes y unidos. Y la unidad de nuestro partido será solida en la medida que se enriquezca con el debate interno, la posibilidad de apertura y participación y expresión de todos, pues de lo contrario estaríamos dándole a la gente más de lo mismo. Esto incluye que tengamos la valentía de apoyarnos y consolidarnos, de acompañarnos en el terreno, y de validar esa regla básica que es vital: jamás confrontar a un arenero contra otro arenero, porque allí comienza el germen de la división, enseñanza que nos dejó el fundador y máximo líder de nuestro partido y la que debemos honrar.

Hermanos, el proceso de renovación ya comenzó, pero este domingo se dará un paso trascendental. Tenemos la oportunidad de demostrar el compromiso con la democracia de nuestro partido y de nuestra patria. Tenemos la oportunidad de que este proceso sea el detonante de ese giro que todo El Salvador está esperando ver en ARENA. Atrevámonos a dar este paso con apertura, madurez, valentía, inspirando y uniendo a toda una nación. ¡Hoy más que nunca, El Salvador necesita a sus mejores hijos presentes por la patria!

Tengo la claridad de lo que debemos hacer y la convicción de hacerlo. Debemos desde ARENA, ser capaces de convertirnos en el motor que hará realidad el sueño de cada arenero y de todo un país. Estoy convencido que los areneros estamos dispuestos a volver a rescatar una vez más a nuestra amada patria y asumir otra vez, con honor y mística, su rol histórico en beneficio de toda la población. 

*Colaborador de El Diario de Hoy