Tomasa de Jesús Carrillo es la persona que según la Fiscalía, apoyada de engaños y de dos personas más, despojó de los brazos de una madre a un menor de 21 días de nacido, razón por la que el juzgado de Paz de Moncagua realizó la audiencia en su contra y decretó pasarla a la siguiente etapa del proceso judicial en libertad condicional, siempre y cuando pague una fianza de 10 mil dólares.
Óscar Meléndez, jefe de la Unidad de Vida de la Fiscalía, confirmó la decisión del tribunal y que el argumento fue que la mujer posee arraigo familiar en Moncagua y eso le impedirá escapar.
El juez otorgó la libertad condicional, pero también el pago de una fianza de 10 mil dólares para que Carillo pueda gozar de la sustitución de la medida cautelar de la detención, en caso de no pagarlo, seguirá detenida mientras se realiza la audiencia preliminar en su contra.
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FGR de San Miguel en desacuerdo con libertad para mujer procesada por privar de libertad a recién nacidohttps://t.co/QG6zudfE2r
— Fiscalía El Salvador (@FGR_SV) 26 de julio de 2016
Los hechos
Según el Ministerio Publico,la mujer fue detenida el miércoles 20 de julio mediante orden administrativa girada por la oficina Fiscal de San Miguel. El bebé fue rescatado en una acción coordinada entre Fiscalía y Policía en una vivienda de la colonia La Presita 1 de San Miguel.
La madre, tras el rapto, puso la denuncia en Moncagua, que fue donde se registró el delito y siete días después localizaron al niño. El escrito fiscal detalla que Carrillo invitó con engaños a la madre del bebé a una reunión relacionada a programas de Ciudad Mujer.
Esa actividad tendría lugar el 14 de julio en su casa de habitación en caserío Los Carrillo, cantón Los Jobos de Moncagua.
Según la acusación fiscal, la ofendida, con su hijo en brazos, llegó a la vivienda de la imputada a la 1:30 de la tarde, porque además le hizo creer que Ciudad Mujer entregaría a las asistentes ayuda económica.
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Al prolongarse la espera, la madre del bebé raptado cuestionó a Carrillo porque no llegaban los representantes la institución estatal. La imputada fingió comunicarse con los encargados de la convocatoria de la reunión, pero se justificó diciendo que no fue posible.
La progenitora decidió retirarse junto al bebé, y cuando se desplazaba en el lugar conocido como la Cuesta de Los Gámez de Chinameca, dos personas encapuchadas, que se sospecha que era un hombre y una mujer, la amenazaron con un arma de fuego y blanca, y le arrebataron a su recién nacido.
Un alma bondadosa
Más allá del proceso judicial y de la desagradable noticia del raptó, el entorno de la historia tiene aspectos positivos y de bondad, primero, por la recuperación del bebé y, segundo, por el enorme gesto de una agente policial que tras escuchar llorar al infante debido al hambre, decidió amamantarlo.
La policía está destacada en la oficina de prevención de la delegación migueleña, en donde labora desde hace poco más de un año, según fuentes de la Policía, quienes aseguran sentirse orgullosos de tener esa clase de compañeros en la institución.
Según las fuentes, el jueves anterior por la mañana, cuando su compañera se encontraba de lleno en su trabajo, escuchó el llanto del infante debido al hambre y al estado de desnutrición que presentaba, tras siete días en cautiverio.
Sin pensarlo, la policía lo tomó en sus brazos y lo amamantó. Pudo hacerlo gracias a que un año atrás se convirtió en madre y sus senos aún producen leche materna, razón por la que se ganó la admiración de propios y extraños al punto que su labor fue reconocida públicamente por el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez.
El funcionario destacó en cuenta de redes sociales “qué ejemplo el de la compañera agente en San Miguel. Cuando hay vocación no existen límites”.