Energía que fluye en las manos

"Yoga para todos" celebró este sábado 30 su segundo aniversario. El clima brumoso no detuvo a la comunidad yogui qu busca alimentar su alma y cuerpo a través de esta disciplina. 

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elsalvador.com

Por Sara Castro

2016-07-30 4:35:00

Cada parte del cuerpo se involucra cuando se trata de yoga. Todas, sin excepción. Las manos y los dedos también son primordiales en esta disciplina, aunque muchas veces parezca una acción trivial y cotidiana.

De acuerdo con la instructora de Yogashala, Imelda Yasbek, los mudras -expresiones o gestos con las manos- ayudan a estimular y a activar el cuerpo. Los asistentes a “Yoga para todos” saben muy bien de esto: durante la sesión realizada ayer en el Parque Bicentenario se incorporaron estos gestos, específicos para energizar y equilibrar el cuerpo.

“Hay ciertos puntos específicos que podemos estimular, existen terminales nerviosas que ayudan a manejar la energía del cuerpo, eso hace que esta fluya con más naturalidad”, indicó Yasbek sobre determinadas posiciones de las manos.

Abiertas en dirección al cielo, juntas, palmas hacia abajo o dedos que se tocan sutilmente, las manos son parte de estos elementos que alimentan el equilibrio y la paz en el practicante.  

Por ejemplo, la posición del águila; en la que debes enrollar tus brazos verticalmente, ayuda que la tensión salga del cuerpo y que los hombros y cuello se relajen, indicó la experta. Los dedos firmes permite que los bíceps y tríceps se fortalezcan.

Durante la sesión, Yasbek invitó a los practicantes a que realizaran el mudra llamado “Gyan”. El dedo pulgar se junta con el dedo índice, los tres dedos restantes quedan estirados. Al unísono, un grupo de más de 50 personas lo realizó. 

“Nosotros somos el dedo índice y el dedo pulgar, nuestro creador. Entonces es unir nuestra conciencia con el creador”, dijo la instructora. Las indicaciones continuaron y Yasbek solicitó a la comunidad yogui que estiraran sus brazos y manos y tocaran a la persona que estuviera al lado. 

“El yoga también es una oportunidad para volver a ser niño: encontrás esa curiosidad por tocar a otras personas, sentir la piel de otros te ayuda a estimula tu sistema nervioso. Eso es lo bonito del yoga, es compartir emociones y sensaciones”, concluyó Yasbek, certificada en dicha disciplina en la India.