Los nacionalistas de corazón estamos claros que en ARENA no tenemos detractores y que entre hermanos no podemos generar enemigos

No nos dejemos sorprender, no permitamos que terceros contaminen este ejemplarizante proceso democrático y avancemos con pasos firmes y seguros.

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El jugador del Alianza Herson Serpas.

/ Foto Por Jessica Orellana

Por Edwin Zamora*

2016-07-30 7:30:00

Como hermanos, como grandes correligionarios, los que amamos la libertad, la democracia, la paz, el progreso y la libertad, nos preparamos en los próximos días para iniciar la fiesta más grande que la apertura democrática haya brindado a nuestro partido, nuestras primeras elecciones internas para escoger el nuevo Consejo Ejecutivo Nacional (Coena).

Dando cumplimiento a las recomendaciones del V Congreso Nacionalista —que tuve el honor de coordinar— los areneros hemos emprendido el camino a una nueva meta: elecciones internas de nuestras autoridades a través del voto secreto.

Somos los integrantes de esta gran familia arenera los que decidiremos, de forma directa, quiénes integrarán la nueva dirigencia, dando fiel cumplimiento a las palabras del fundador de nuestro partido Mayor Roberto d’Aubuisson: “El arma más poderosa del hombre libre es el voto”.

El inédito proceso democrático que vivimos en ARENA es el reflejo del sentimiento de las estructuras que demandaron un partido más democrático, un instituto político que responda con más eficacia a las nuevas realidades, un partido dispuesto a transformarse continuamente y a sentar las bases para la construcción de una nueva forma de hacer política en el país. 

Las voces al interior de ARENA han sido escuchadas y en pocos meses estaremos celebrando una de las mayores fiestas democráticas que hemos vivido como partido y en la que usaremos con orgullo la poderosa arma del voto; decidiremos nuestro futuro con el liderazgo que nos llevará por el camino del triunfo; escogeremos el proyecto que nos fortalecerá y nos llevará a la recuperación del país en las elecciones de 2008 y 2009.

Los verdaderos areneros sabemos que esta elección no es una competencia de capacidades personales; los nacionalistas de corazón estamos claros que en ARENA no tenemos detractores y que entre hermanos no podemos generar enemigos. No nos dejemos sorprender, no permitamos que terceros contaminen este ejemplarizante proceso democrático y avancemos con pasos firmes y seguros, sin tropezar con las piedras que nos ponen para detenernos o hacernos caer. 

Yo ingresé a las estructuras del Partido hace siete años, en momentos de crisis y tras una ruptura dolorosa. Esta coyuntura, que muchos vieron como trágica, me permitió conocer las entrañas de ARENA, vivir sus principios y valores, alimentarme de la fortaleza de su gente y del amor que cada arenero tiene por su país, me permitió conocer el verdadero nacionalismo y las virtudes del tricolor que sale adelante con pasos más firmes, aunque le empiedren el camino. 

Ese espíritu arenero me llevó a involucrarme en el proceso de renovación de mi partido, el mismo que me da hoy la oportunidad de ser, una vez más, actor en su enriquecimiento democrático. La participación en este proceso me permite refrendar mi convicción renovadora, reafirmar mi gran orgullo de ser arenero y, sobre todo, ratificar mi identificación con ese espíritu que nos une a todos: librarnos de este mal gobierno del FMLN que lleva al país por el rumbo equivocado.

*Colaborador de El Diario de Hoy