Esta semana se publicaron en este periódico los salarios de los principales funcionarios del gobierno actual; los datos se obtuvieron de los sitios web oficiales de las instituciones mencionadas como lo son el Presidente, Vicepresidente, Secretarios y las cabezas de las principales autónomas. Todos los casos, sin excepción, como es lo normal y serio en el trabajo informativo, los datos fueron corroborados con varias fuentes y en ningún momento tenía la intención de afectar a uno u otro funcionario; no había una lista de empleados públicos a los cuales hay que afectar, como suele creer más de algún político trasnochado que se cree víctima de los medios de comunicación.
La publicación generó todo tipo de reacciones, unos de complacencia aduciendo que los actuales funcionarios tienen salarios “competitivos” o que algunos de ellos ganan más que el mismo Presidente de la República.
Otros comentarios fueron muy críticos, duros, que provenían de sectores, resentidos o no, de izquierda o de derecha o simplemente indignados, porque se trata de empleados que provienen de una izquierda que siempre ha tirado los dardos a funcionarios del pasado que ganaban muy bien, con prebendas adicionales como es transporte, gasolina, guaruras y cualquier tipo de influencias.
En torno a estas publicaciones, surgen varias interrogantes; las planteo con claridad y sin ningún tipo de miramiento. La primera: ¿por qué publicar los salarios?
Dos respuestas a rajatabla, en toda democracia, sobre todo las desarrolladas, este tipo de datos es público y no causa ningún resquemor; Barack Obama es el presidente que más gana en el mundo, unos 34 mil dólares al mes, mucho mayor a los 22 mil 300 dólares de la canciller alemana Ángela Merkel o del irlandés Enda Kenny que devenga 17 mil 800 dólares o los jefes de Estado de Francia e Inglaterra que ganan más o menos 15 mil 600 dólares.
Por otro lado, es relevante lo que devengan los funcionarios del gobierno actual porque se ha anunciado, lo ha dicho el mismo Presidente de la República como sus principales ministros, que habrá que “apretarse el cincho” ante la crítica situación financiera del gobierno. Más directamente se ha hablado de bajar salarios a los funcionarios que más ganan.
La segunda interrogante que surge ante esta publicación tiene que ver con las calificaciones de estos funcionarios para devengar estos salarios; acá el punto tiene que ver con la formación profesional, la experiencia para estar al frente de una institución, su capacidad de gestión entre otros puntos, que sin duda alguna, van más allá del objetivo de la publicación. Esto deberá ser evaluado por las instancias adecuadas y juzgadas por la población; no es punto ni está consignado esta dimensión en la serie de artículos publicados en este medio.
Tercera interrogante, y lo quiero plantear sin tapujos de ningún tipo: ¿ La publicación tiene la intención de afectar a uno u otro funcionario?, ¿forma parte de una campaña de desprestigio y está en la línea de desestabilizar al gobierno? La respuesta es una y contundente: no, no existe ningún plan de desestabilización, de una campaña de desprestigio ni mucho menos afectar moralmente a estos funcionarios… simplemente se trata de poner ante la luz pública una realidad y que sea el mismo gobierno y la misma población la que juzgue.
Cuarta interrogante; si hay una inconsistencia en las cifras publicadas, ¿hay dolo o es un error? Lo dicho de manera contundente, no hay dolo y en todo caso si existe una inconsistencia es fruto del error… y si hay error se hará la corrección y se pedirá disculpa. ¡No hay vuelta de hoja!
Lo que no podemos permitir, y esto sí es grave si fuera cierto, es que se modifiquen los sitios web, la información oficial para evitar que la población conozca de primera mano los salarios de los funcionarios del actual gobierno.
Espero, confío, quiero creer que las autoridades actuales son incapaces de manipular los datos y engañar a la población… aunque me saltan las dudas, después de que Casa Presidencial ocultó, escondió y dio excusas de cuarta categoría, leguleyadas de primera clase, en torno a un accidente en el puerto de La Libertad, hace unos meses, en el que murió un motociclista… la información oficial sobre el tema deja mucho que desear, incluso rayando en el delito.
En fin, si una de las funcionarias, la presidenta del RNPN no devenga 6 mil dólares y 2 mil dólares en gastos de representación sino 3,634 dólares… nuestras disculpas… sin embargo, esto no quita en un ápice la intención de informar sobre los salarios de los funcionarios del actual gobierno, como debe de hacerse en cualquier democracia cimentada.
*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
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