Escuela de cantón Cantarrana, funciona en aulas provisionales

De parvularia hasta sexto grado es la oferta educativa en el lugar.

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Escuela del cantón Cantarrana.

/ Foto Por Jonathan Enríquez

Por Jonathan Henríquez / comunidades@eldiariodehoy.com

2016-07-29 8:00:00

Después de 14 años de haberse cambiado de lugar, para tratar de evitar los constantes  casos de violación a estudiantes y asaltos a los profesores, el Centro Escolar Dr. Carlos Mauricio Molina Fonseca, en el cantón Brisas de Cantarrana, de Santa Ana, continúa funcionando en instalaciones provisionales, que no reúnen las condiciones para impartir y recibir clases.

El calvario que venía padeciendo la comunidad educativa se prolongó  debido a que el sitio, donde se instalaron, es una propiedad privada y no del Ministerio de Educación (Mined).

Eso ha generado que las condiciones de la infraestructura no sean las adecuadas, ya que la dependencia gubernamental dejó de invertir en mejoras bajo el argumento que no lo puede hacer en una propiedad que no está a su nombre.

Los 155 jóvenes que cursan de parvularia a sexto grado deben de hacerlo en seis aulas de lámina que fueron construidas por una entidad internacional.

Pero estas ya comenzaron a dañarse por estar terminando su vida útil. Presentan filtraciones de agua que, en ocasiones, obligan a los maestros a suspender las clases para evitar que los niños y los libros se mojen.

El exceso de lodo también obliga a la suspensión debido a que el piso es de tierra.

El terreno, de media manzana, se encuentra a un kilómetro del que abandonaron y es propiedad de una persona que reside en Estados Unidos.

Ello ha dificultado los trámites de legalización, ya que las autoridades de la escuelas señalan que la donación, por el momento, ha sido de palabra.

Los asaltos y violaciones cesaron con el traslado; pero la preocupación actual de estudiantes y profesores es la condición que presenta la escuela.

Los fondos que recibe como transferencia del Mined son insuficientes para la construcción de aulas adecuadas.

La directora, Silvia de Martínez, lamentó  que desde que se trasladaron, el Mined dejó de ofrecer la ayuda para infraestructura. 

“El Ministerio de Educación decidió dar un paso al costado al mejoramiento de la escuela por no ser terreno del gobierno”, expuso.

Solo mantienen el apoyo en la entrega de uniformes, zapatos, y paquete escolar, aunque son múltiples las necesidades que enfrenta el centro escolar.

Un docente, que prefirió omitir el nombre, señaló que las instalaciones no han sido remodeladas desde que fueron construidas, hace más de una década.

Otras necesidades

La escuela también requiere la construcción de un muro perimetral ya que solo cuentan con un cerco de alambres de púa, en mal estado.

Tampoco cuenta con sanitarios adecuados, ya que los dos de fosa que tiene son insuficientes para los 155 alumnos.

A eso se suma que no poseen agua potable. Pipas de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) llegan dos veces por semana a llenar un tanque improvisado por la misma comunidad educativa.

Las seis computadoras antiguas que posee no dan abasto para atender a la cantidad de alumnos, que tampoco reciben clases de inglés, por no tener un docente especializado en dicha área. 

Los cinco maestros deben de ingeniárselas para atender a los estudiantes.

Similar situación vivió el Centro Escolar Caserío El Mirador, cantón El Portezuelo, en Santa Ana.

Dicha escuela fue creada en septiembre de 1999, cuando comenzó a atender a los alumnos en el corredor de una casa. 

En marzo de 2000, un padre de familia cedió temporalmente parte del terreno de su vivienda para que se construyeran las aulas provisionales.

Durante todo ese tiempo, la escuela operó en ese terreno; pese a que en 2003 otra persona les donó 800 metros cuadrados de terreno, donde fueron construidas, en el 2011, las instalaciones adecuadas. Dichos trabajos estuvieron a cargo de  una ONG.