El 11 de mayo de este año, como a las 8:00 de la noche, varios hombres vestidos de negro y encapuchados irrumpieron en una casa del caserío El Castaño, cantón San Pedro, en Chirilagua.
De las dos jóvenes que allí vivían sólo se llevaron a la de 15 años, de nombre Ana Guadalupe Lara Ramírez.
“Por vos venimos”, le dijeron. Ella solo alcanzó a preguntar: “¿Y a mí por qué?”. Luego, la ataron las manos con cinchas plásticas y se la llevaron. Hasta hoy no ha aparecido.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha dicho que ese crimen fue cometido por un grupo de exterminio, varios de cuyos presuntos integrantes, incluyendo a policías, fueron capturados el pasado 7 de julio.
Horas después de que los sospechosos de pertenecer a a la estructura fueran capturados, la Policía Nacional Civil (PNC) emitió un comunicado en el cual identificaba como los presuntos cabecillas a José Wilfredo Estrada y a Luis Antonio Lara Del Cid.
Según las autoridades, el primero también es conocido con el apodo de La Perra, en tanto que a Lara Del Cid lo apodan Toño. Éste aún no ha sido capturado.
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En los alrededores de Chirilagua y del cantón El Brazo, de San Miguel, Toño tiene mucha fama, para unos mala y para otros buena, de ser uno de los exterminadores de pandilleros.
Ese atributo no ha surgido después de que la Policía y la Fiscalía lo mencionaran como segundo al mando del grupo de exterminio que opera en esa zona. Surgió antes.
Cuando se pregunta por Chepe Toño, como también es conocido Lara Del Cid en el sector norponiente de la zona rural de Chirilagua, muy pocos campesinos dan razón de él, no porque no lo conozcan, sino porque “es peligroso andar hablando”.
“Él lo que ha hecho es buscar el bien de la comunidad”, afirman algunos.
Cuando se les pregunta si dicen eso porque vieron las noticias recientes sobre esa agrupación, la respuesta es no. Desde hace tiempo que por esos desolados cantones y caseríos se sabe que él “ha andado” por la zona haciendo huir a los mareros.
De hecho, no son pocas las personas que aseguran que desde hace algún tiempo, él llegó al cantón El Brazo (San Miguel) a evacuar a toda su familia, para llevársela a vivir a cantones más al sur.
“Si no se van, yo no respondo por ustedes”, cuentan que les dijo a sus parientes. Le obedecieron y abandonaron sus casas.
El Brazo es un cantón que está muy cerca de El Borbollón; en este último hay mucha presencia de pandilleros que llegaban a matar gente de El Brazo, de acuerdo con algunos lugareños, citando algunos hechos de sangre que acumulan los pandilleros de El Borbollón.
Ligan al grupo con desaparición de sobrina del supuesto cabecilla
Tanto a vecinos como a familiares del supuesto cabecilla del grupo de exterminio les resulta erróneo que la Fiscalía y la policía digan que esa misma agrupación es la responsable de la desaparición de sobrina (menor de edad) de Chepe Toño.
Parientes del sospechoso confirmaron a El Diario de Hoy que se mudaron de El Brazo por sugerencia de él.
“No, ¿cómo va a creer? Si por él nos venimos de allá”, dijo un familiar de Chepe Toño, a quién se le preguntó si sospechaban de él como responsable o cómplice de la desaparición de la joven.
Antes de la desaparición de la sobrina, la familia de Chepe Toño sufrió otro ataque.
En agosto de 2015, uno de sus hermanos fue acribillado a balazos en la zona urbana de Chirilagua.
José Rodolfo Lara Del Cid – citan fuentes policiales -había llegado al pueblo acompañando a su compañera de vida, quien iba a tramitar una partida de nacimiento a la alcaldía.
Rodolfo no quiso entrar a la comuna y se quedó cerca del parque del pueblo. A los pocos minutos, unos jóvenes se le acercaron y le dispararon en varias ocasiones.
Logró sobrevivir al ataque pero dos meses después murió en su vivienda, aparentemente de un problema cardíaco derivado de las mismas lesiones de bala.
El crimen del pandillero que dejó al descubierto al grupo de exterminio en San Miguel
Algunos miembros de la Familia Lara y Del Cid que aceptaron hablar con este Diario, dijeron desconocer por qué atacaron a José Rodolfo.
Ellos aseguran que los Lara Del Cid son una familia muy unida. Todos, agricultores.
“Yo estoy seguro de que todo esto (acusaciones contra Chepe Toño) es algo de la policía. ¿Por qué? No lo sabemos, pero aquí ellos son muy apreciados”, manifestó una mujer que vive cerca de la familia del supuesto cabecilla.
¿A quién señalan como el principal cabecilla?
Del cantón donde vive Chepe Toño hay aproximadamente 25 kilómetros hasta donde vive José Wilfredo Estrada, a quien las autoridades acusan de ser el principal cabecilla del grupo.
Este sospechoso es un comerciante. Por lo menos así lo indican sus documentos personales y así lo expusieron fiscales y policías, luego de que fuera capturado.
Estrada Cedillos fue capturado junto a varios policías y otros civiles el pasado 7 de julio.
Formalmente, ante los tribunales de justicia, es acusado de ser el principal cabecilla del grupo “Autodefensas”. Y así lo expresó el director de la PNC, Howard Cotto, cuando informaron acerca de las detenciones.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, un marero fue asesinado el 31 de mayo anterior luego de que orinara cerca de la casa de Estrada Cedillos. Esto le habría costado que lo mataran.
Estrada, quien actualmente guarda prisión preventiva, fue capturado por primera vez en el 2006 junto a un juez de paz suplente de un municipio de la zona oriental, quien supuestamente intentó sobornar a un agente policial que era testigo clave en un proceso judicial contra una banda de contrabandistas de quesos desde Nicaragua. Así consta en documentación judicial disponible.
En esos archivos se menciona a Estrada Cedillos como uno de los “coyotes” o traficantes de personas que se encargaría de llevar hacia Estados Unidos al testigo, luego de que éste aceptara el soborno.
A cambio del dinero, el testigo no declararía contra Abel H. y otros acusados de ingresar lácteos de contrabando desde Nicaragua.
En esa ocasión, Estrada fue liberado poco tiempo después, luego de recibir beneficios penales por el tipo de delito que enfrentaba.
Esta vez, a partir de declaraciones de testigos, de seguimientos, de reuniones con otros sospechosos y de revisión de bitácoras de llamadas telefónicas, la Fiscalía lo ha vinculado a una serie de crímenes contra pandilleros registrados en la zona oriental entre 2014 y mayo de este año.