A través de los años, el pantalón ha evolucionado mucho. Al principio, solo eran usados por hombres y eran unos lienzos de tela que se sujetaban con unas cintas. Hoy en día, esta prenda ha superado los límites de la imaginación, la usan hombres y mujeres y son confeccionados con diferentes tipos de telas, colores y estilos.
Muchos pantalones poseen pequeños detalles que, a simple vista, son insignificantes. Aros, lazos y botones pueden parecer como un error de fabricación o un simplemente adorno, pero la verdad es que todos estos pequeños elementos tienen un objetivo.
Uno de esos detalles es un pequeño lazo ubicado debajo de la pretina. La gente, en tono de broma, suele decir que ese tira es para que se agarren las mujeres si ven a un chico que les gusta, pero la verdadera razón es mucho más simple y mucho menos romántica.
Ese diminuta pieza, a modo de argolla, fue inventada por los italianos y sirve para tener perfectamente unida la hebilla al pantalón, a través de su pasador metálico. Este singular elemento consigue que el cinturón no se desplace hacia arriba o “baile”, manteniendo la pieza metálica en su sitio exacto, para hacerla una con la prenda.
Después de insertar la clavija de conexión de la hebilla a través del lazo, se puede abrochar el cinturón de la forma habitual. Esta es la razón verdadera que se esconde detrás de este pasador, algo que le brinda mucha utilidad a los pantalones.
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