Representantes de la Cámara de Comercio e Industria en El Salvador (Camarasal) y de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), advirtieron ayer que el país continúa en una situación económica y fiscal complicada, al tener una alta recaudación, pero no poder controlar el nivel de endeudamiento.
De acuerdo con el presidente de Camarasal, Javier Steiner, aunque los últimos dos años se ha logrado reducir el precio en la energía eléctrica y se ha avanzado en la ratificación de acuerdos internacionales; son más los aspectos negativos que continúan marcando la ruta de la economía en el país. “Aunque ha habido crecimiento, éste es débil; falta crear más empleos, hay un estancamientos en las exportaciones, la inversión no se da por falta de confianza, la pobreza no ha disminuido, y hay poca mejora en los indices de competitividad”, dijo el líder de Camarasal.
El crecimiento económico en El Salvador continúa por el orden del 2 y 2.5 % del PIB anual; y organizaciones como Funde dudan de que esas cifras sean reales; señalando que en 2015 se creció 1.9 %.
Además en los últimos dos años solamente se ha logrado la generación de 11 mil empleos para 60 mil nuevos profesionales que se gradúan cada año.
Las exportaciones aunque reflejan un crecimiento al cierre de 2015, esto solo fue un ajuste, respecto al decrecimiento que hubo en el 2014, y este año las cifras indican un estancamiento, señaló el líder de Camarasal.
Según Steiner, no solo las encuestas y los indices económicos demuestran que el país no va por un buen rumbo, sino que también las cifras fiscales revelan la falta de compromiso en sacar al país de esa situación. “No hay aspectos positivos en el tema fiscal, las finanzas públicas se han desmejorado. Nos preocupa que pese a la recaudación histórica, el déficit fiscal y la deuda han aumentado”,dijo Steiner.
Según los datos del Banco Central de Reserva (BCR), los ingresos tributarios netos alcanzaron los $3,918.9 millones al cierre de 2015; el déficit fiscal fue de 3.3 % y la deuda pública llegó al 61.4 % del PIB.
Los problemas de caja que enfrenta el Gobierno mantiene preocupados a los sectores productivos, no solo por la situación en si misma, sino por las amenazas que se vislumbran con nuevos impuestos.
“Nos preocupa que pese a la recaudación que han tenido con todos los nuevos impuestos, todavía se esté pensando en imponer más carga tributaria”, agregó.
En este tema, el director ejecutivo de Funde, Roberto Rubio, señaló que una nueva discusión, por préstamos o impuestos, agregaría más tensión a la palestra pública y podría afectar acuerdos de país como los que buscan la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y el Gobierno.
Exceso de plazas y gastos presionan las finanzas
Representantes de Funde señalaron en su análisis de la situación económica, que desde el inicio de la administración Funes hasta febrero de 2016, hay 42,732 plazas adicionales en el Estado.
Son estas plazas las que presionan las finanzas públicas, aunque hay ingresos, el pago de los salarios no se puede retrasar, según explicó el investigador Carlos Pérez Trejo.
Para ello indicó que el gasto en remuneraciones creció en $208.1 millones entre 2013 y 2015. Por contraparte, la inversión pública en obras sociales bajó en $75.7 millones en ese período.
Por otro lado, recordó que siempre se conocen historias sobre proveedores que al mes de diciembre acumulan facturas que el Gobierno no ha logrado pagar.
Funde también llamó a mejorar el clima de negocios en el país y buscar atraer inversión extranjera. De acuerdo con sus cifras, durante los últimos seis años El Salvador recibió el 2.2 % de los $44,430 millones en inversiones que llegaron a Centroamérica.
El investigador de Funde, Carlos Pérez Trejo, dijo que gracias a un artículo del presupuesto general, el Gobierno “aún tiene espacio para seguir emitiendo Letes (Letras del Tesoro) en lo que resta del año… Puede terminar el año sin problemas”.Pero, advirtió que de continuar usando Letes, y asumiendo que no se hace la reestructuración de deuda, el saldo de este compromiso podría llegar a $1,843 millones este año.
La cifra fue considerada sin precedentes por Funde y además traería complicaciones en el riesgo país. De hecho, producto de la alta emisión de Letes, la tasa de interés de esta deuda ya llegó a 6.5 %, superando lo que se paga por bonos de largo plazo emitidos en 2014 y 2012, que oscilan entre 5.8 % y 6.3 %.
Rubio consideró necesario un cambio en el comportamiento del gobierno para adquirir deuda a través de Letes. “Al quedar libre la tarjeta de crédito, no hay cambios en el comportamiento. Los Letes van a ir incrementando, vamos a tener la misma situación”, se quejó.