Antes que nada debes conocer cuál es la funcionalidad de cada una de las partes de una corbata, aprende cómo son, de qué calidad es según la tela y la confección. Así podrás saber que corbata usar según la ocasión.
La corbatas se elaboran en seda, algodón, lino y poliéster. Muy importante es que el forro sea 100% de algodón, pues esto ayuda a que el nudo se haga más fácil y que la corbata no se arrugue.
El sitio El Aristócrata aclara que no todo tipo de corbatas combina bien con todas las camisas, por esto debes escoger adecuadamente:
Con las camisas de cuellos anchos van bien las corbatas anchas de nudo grande, mientras que con las de cuellos estrechos van bien las angostas de nudo pequeño.
El diseño y el estampado de una corbata deben ir siempre en contraste con la camisa que vayas a utilizar, pero debe haber concordancia en cuanto a tonalidades.
Para el caso, una camisa a rayas no va bien con una corbata de rayas, en todo caso éstas deberán ser siempre más gruesas que las de la camisa. Si se trata de una camisa a cuadros, los de la corbata deben ser más pequeños, nunca del mismo tamaño.
Cómo lucirla
Según especialistas en moda, para usar una corbata no solo es necesario saber hacer los nudos, sino además portarla con elegancia. Aunque no lo creas, con facilidad se distingue el hombre que a diario viste de traje y corbata por obligación, de aquel que cuida cada accesorio de su vestimenta y se esmera en su imagen personal.
Además el hecho de que sea una especie de ‘uniforme’ en el trabajo no es razón válida para descuidar los detalles. Recuerda que tu forma de vestir transmite mucho de tu persona y de como te sientes a nivel laboral, y eso lo perciben los clientes.
Para lucir impecable, no debes dejar el nudo demasiado flojo. Además este tiene que llegar a cerrarte en el punto donde se unen los picos de la camisa. También cuida de no llevarla torcida, ya que eso transmite dejadez. Indica que no cuidas los detalles y pareciera que más que una corbata lo que llevas es una soga.
Tampoco permitas que la parte delgada sobresalga por debajo de la parte ancha. Igualmente la lazada (la parte que queda alrededor del cuello) no debe quedar visible asomando en la camisa. Es un detalle que debes vigilar mucho, ya que resulta poco elegante.
Pasa siempre la parte pequeña por el pasantino o por la etiqueta, es un tejido situado en la parte de atrás de la corbata, para que cuando te agaches no se salga.
Los cuidados
Un recomendación básica en el cuidado de las corbatas es que estas no se planchan. Si se arrugan, lo mejor es utilizar vapor; la plancha debe ser la última alternativa a la que recurras, y siempre protegiendo la corbata con una pieza de tela. De no hacerlo así se puede modificar el color, la textura y causar daños irreparables.
Ten siempre el cuidado de no mancharlas o ensuciarlas, pues en la mayoría de los casos se echan a perder. No se pueden meter en la lavadora ni usar quitamanchas pues las decoloran, pierden el brillo, entre otros inconvenientes.
Tampoco es necesario que aprietes mucho el nudo al cuello, ni apretarlo tanto que la corbata parezca que va a romperse, pues con el tiempo tienden a deformarse y se marcan arrugas imposibles de desaparecer. Otro error es dejar el nudo hecho porque también las deforma. Lo mejor es hacerlo cada vez que las vas a usar.