9 verdades sobre los desórdenes alimenticios

Más de 70 millones de personas en el mundo los sufren. ¿Padeces alguno de éstos?

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elsalvador.com

Por Sara Castro

2016-06-02 6:15:00

Anorexia, bulimia, síndrome del atracón o la vigorexia son parte de los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) que afectan a millones de personas sin importar edad, género, raza ni condición económica. Para visibilizar estas enfermedades emocionales y enfatizar que son recuperables, hoy se conmemora el Día Mundial de Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria. 

Para la organización “World Eating Desorders” existen nueve verdades que esclarecen e informan -sobre los trastornos alimenticios- a quienes lo padecen y, por consiguiente, a quienes acompañan a los pacientes en el proceso de rehabilitación.

En El Salvador, la “Asociación Estima” ha contribuido, desde hace diez años, en la recuperación de miles de pacientes con problemas de conducta alimentaria. La fundadora, Raquel de Orellana explicó que en el país la situación se dificulta porque los pacientes o familiares mantienen la enfermedad en silencio y por una nula atención del estado. 

A continuación se describen las afirmaciones que ayudarían a comprender mejor el convulso contexto que viven quienes no tienen una “saludable relación con la comida”. 

1.Se ven saludablesDe acuerdo con la organización “World Eating Desorders”, muchas personas con TAC parecen sanas, sin embargo pueden estar extremadamente enfermos. La delgadez ha sido asociada con lo saludable pero quien padece de bulimia o anorexia podría padecer desnutrición, afecciones cardíacas y llegar hasta la muerte. De acuerdo con la directora de la Asociación Estima, Raquel Orellana dichas enfermedades emocionales son recuperables.  

2. Diagnóstico que altera la vida: Negación de los padres ante la enfermedad, insatisfacción personal, depresiones, peleas familiares a raíz de la enfermedad, pérdida de amistades, entre otras situaciones tensas revolucionan el ámbito personal y familiar de los pacientes. Raquel de Orellana, fundadora de la “Asociación Estima”, señaló que esta “verdad” es reflejo de las crisis familiares que estallan a raíz de la enfermedad y de la impotencia que experimentan los padres de familia. 

3.La familia no es culpable: El núcleo familiar es clave para la detención de un trastorno alimenticio así como en el proceso de recuperación. Los expertos aseguran que los TCA, en su mayoría, surgen por un trauma ajeno y que no ha sido canalizado de la mejor manera, como la desintegración familiar, la muerte de un ser querido, abuso sexual, entre otros. Por ello, el diálogo e interés por lo que sucede a los hijos podría ayudar al paciente a expresar sus miedos y dificultades con fluidez.

4. Influencia de factores genéticos: En los últimos años, más estudios indican que los trastornos alimenticios tienen un componente hereditario. Por ejemplo, el documento “Estudio familiar controlado de anorexia nerviosa y bulimia nerviosa” señaló que “parientes en primer grado de consanguinidad de personas que sufren Anorexia Nerviosa (AN) tienen once veces mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad”. No solo los aspectos emocionales o sicológicos influyen en el origen de los TCA.

5. No discrimina: No importa la edad, el género, la raza, el estrato económico, la etnia, el peso o la forma corporal, los trastornos alimenticios afectan a cualquier persona. A pesar de ello, las estadísticas recalcan que las edades entre 12 y 28 años así como las jóvenes adolescentes son los grupos más vulnerables a padecer los desórdenes alimenticios. El estudio “Guía de Trastornos Alimenticios” indica que el 90% de las personas afectadas en México son mujeres. En El Salvador no existe un número específicos de casos debido a la falta de registro y seguimiento de los TCA por parte de las entidades de salud. 

6.Riesgo de suicidio: La “Asociación contra la Anorexia y la Bulimia” de Cataluña fue puntual al señalar que “los trastornos alimentarios tienen la tasa de mortalidad más alta de cualquier enfermedad mental” y ante tan alarmante situación, los estados no proporcionan tratamientos integrales para los pacientes. Ello se agudiza con otras enfermedades que se desencadenan por los TCA, como gastritis, úlceras, problemas óseos, anemia, amenorrea, enfermedades cardíacas, entre otras. 
 
7.Factores socioculturales: Aunque ahora se sepa que los genes tienen una influencia en los TCA, aspectos socioculturales también inciden en su agudización.  La publicidad con imágenes retocadas que muestran cuerpos irreales y “perfectos” o la industria de la moda que “internaliza” el ideal de delgadez desestabiliza a millones de personas cada día, aumentando así la “insatisfacción corporal”. 

8.Carácter influye: Que algunas investigaciones o estudios hayan identificado los genes como un factor que desarrolla los TCA, no afirma que solo ellos pueden predecir que una persona padezca bulimia, anorexia o el síndrome del atracón. Las personas con características “perfeccionistas” o exigentes, así como rasgos de personalidad obsesiva-compulsiva y de baja autoestima son mucho más vulnerables a sufrir de trastornos alimenticios. Es importante observar la conductas e identificar síntomas para una temprana atención. 

9. Recuperación completa es posible: Para Raquel de Orellana la recuperación total de una persona que sufre de desórdenes alimenticios es posible. Al ser enfermedades multifactoriales, la fundadora expresó que es “clave” tener un equipo médico integral (nutricionistas, sicólogos especializados en TCA, internistas, etcétera), que guíe al enfermo en diferentes ámbitos: sicológicos, físicos y emocionales. Tras la selección de especialistas, la paciencia y la constancia son buenos aliados para los pacientes y familiares. “Asociación Estima” ofrece una orientación a los salvadoreño que padecen un desorden alimenticio.