El nombre del pez es Nemo, mascota de una pareja británica quien decidió sin pensarlo dos veces, viajar 200 kilómetros y gastar al rededor de $290 dólares para que veterinarios profesionales le extirparan un tumor cerebral.
La persona que llevó el caso fue Sonya Miles, de la clínica Bristol. La operación transcurrió en 45 minutos, se llevó a cabo fuera del agua y bajo anestesia.
La riesgosa operación casi termina en tragedia cuando el pequeño corazón de Nemo dejó de latir, afortunadamente una enfermera logró reanimarlo.
Nemo tenía el tumor del tamaño de su cuerpo.
La operación no es muy frecuente, aseguró Sony Miles, quien a su vez declaró que son pocas las personas dispuestas a pagar por una operación de este tipo.