Gobierno Funes acordó con la OEA respaldo a tregua entre maras

Gobierno de Mauricio Funes suscribió un acuerdo con el referido organismo para apoyar y acompañar el denominado proceso de pacificación entre esos grupos ilegales.

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 El presidente de El Salvador, Mauricio Funes saluda a su ministro de seguridad, David Mungu??a Payés, durante la graduaci??n de los agentes de la Unidad Antipandillas de la Polic??a Nacional Civil (PNC) hoy, jueves 19 de abril de 2012, en la sede de la Academia Nacional de Seguridad Publica de El Salvador en Comalapa a unos 45 al sur de San Salvador (El Salvador). Funes encabez?? la ceremonia donde anunci?? que ha convocado un di·logo nacional con el prop??sito de alcanzar un acuerdo que siente las bases para acabar con la inseguridad en el pa??s. EFE/Roberto Escobar

/ Foto Por Roberto Escobar

Por David Marroquín

2016-06-05 9:20:00

El expresidente Mauricio Funes pidió el respaldo oficial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para que este organismo continental  se convirtiera en garante del denominado proceso de pacificación o la llamada tregua entre las pandillas que se mantuvo entre marzo del 2012 y mayo del 2013.

En una carta fechada el 21 de diciembre del 2012, Funes le confirma al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que el entonces ministro de Justicia y Seguridad Pública David Munguía Payés, ahora titular de Defensa, formará parte de la Comisión Técnica que se había creado entre el Gobierno y ese organismo continental.

Esta comisión técnica fue creada por acuerdo mutuo del Gobierno de Mauricio Funes y la OEA para la reducción del crimen y la violencia en El Salvador, derivada de la tregua entre pandillas.

En el documento, el gobierno salvadoreño reconoce que denominado proceso de pacificación entre pandillas es una política de Estado para reducir los altos índices de violencia que se tenían antes del pacto de no agresión entre esos grupos.

“Que para dar sostenibilidad  al proceso de pacificación social, el Gobierno (salvadoreño) ha desarrollado una serie de estrategias y planes vinculados a la reducción de la violencia en ese país”, señala parte del acuerdo mutuo.

En un intento por legalizar la tregua entre las pandillas, el gobierno de Funes pidió apoyo al referido organismo en el tema de la seguridad ciudadana y se comprometió “a ser garante del proceso de pacificación social”.

Funes siempre insistió en que su gobierno nunca tuvo ninguna participación en la autodenominada tregua entre las pandillas, sino que su involucramiento se limitó a facilitar a las partes para el desarrollo del referido proceso.

Sin embargo, Funes llegó a proclamar como logro de su gobierno la reducción de los homicidios ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ante otros organismos de financiamiento.

“Un pacto de no agresión entre las dos principales pandillas juveniles del país suscrito hace dos años, del cual el gobierno solo ha sido facilitador, ha creado las condiciones mínimas para reducir los niveles de violencia pandilleril en los lugares más afectados por este fenómeno”, dijo Funes  ante la 68a. Asamblea General de las Naciones Unidas, el 25 de septiembre de 2013.

Meses antes, en abril de ese mismo año en el seno del BID, Funes justificó el accionar delictivo de las pandillas para obtener dinero fácil -vía extorsiones- y con eso ayudar a mantener a sus familias.

“Quienes se dedican al narcomenudeo o a realizar extorsiones o robos o hurtos, es porque  es la manera como pueden mantener a sus familias…”., dijo Funes ante expertos del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y países de la región en Washington, Estados Unidos. 

En abril de 2014, Funes planteó que la OEA podría ser garante de la tregua. 

“El secretario general de la OEA, la comunidad internacional, han comprendido que estamos ante una oportunidad donde se puede cambiar el rumbo de la sociedad. El secretario general puede, porque la naturaleza de su función se lo permite, convertirse en una especie de garante que monitoree el desarrollo y el cumplimiento de este pacto”, dijo Funes.

Pero el exmandatario siempre se ha desligado del pacto pandilleril y ha reiterado que su Gobierno solo fue “facilitador” del pacto entra esos grupos ilegales, pero que nunca negoció con las pandillas.

Acuerdo con la OEA

El convenio entre la OEA y el Gobierno salvadoreño establece que el organismo continental se comprometía a ser garante del proceso de pacificación entre las pandillas a través de una misión de asistencia a la seguridad.

Otro de los compromisos adquiridos por la OEA en ese acuerdo es que iba a desarrollar un programa integral que uniría propuestas de solución inmediatas y estructurales como parte de la tregua en conjunto con la Iglesia Católica y sociedad civil.

Otro de los compromisos del organismo continental era la gestión de fondos necesarios para el financiamiento de los proyectos que ya habían acordado con anterioridad el gobierno salvadoreño, la iglesia Católica y la sociedad civil.

En todo caso, la OEA se convertiría en una agencia de enlace entre las distintas instituciones internacionales que hayan acudido al llamado de ayuda para el proceso de pacificación entre las pandillas.

Este acuerdo fue suscrito por el ministro Munguía Payés,  el secretario general de la OEA y monseñor Fabio Colindres, quien firmó en su calidad de Obispo Castrense de El Salvador y sirvió como testigo de honor.

En otro documento, el Gobierno y la OEA acuerdan el establecimiento de una misión de asistencia a la seguridad pública en el país.

Además se formaliza la creación de un Comité Técnico de coordinación para la reducción del crimen y la violencia en El Salvador.

El Salvador estaría representado en este comité técnico por Munguía Payés, de acuerdo a la carta enviada por Funes al secretario general de la OEA en diciembre del 2014.

Este comité tendría como tarea principal, coordinar el desarrollo del “proceso de reducción de la violencia en El Salvador”, derivado de la tregua entre las pandillas, según el documento.

Los delegados que integrarían la referida misión tendrían como funciones la de colaborar con el gobierno en las evaluaciones e investigaciones relacionadas a la tregua entre las pandillas. También se comprometieron a impulsar los proyectos vinculados a los planes de  seguridad del Gobierno, pero que estaban asociados al proceso de pacificación social derivado de la tregua entre maras.