Con el acelerado ritmo de vida que llevan los hombres hoy en día, muy pocas veces se dan cuenta que a la hora de vestirse pasan por alto algunos detalles importantes que darán a su aspecto un toque más “fashionista”.
Para comenzar, sin importar la edad o algún otro factor externo, el hombre debe colocarse frente al espejo y conocer la forma de su cuerpo, a esto se le llama “tipo somático”. Este se divide en tres grupos: el ectomorfo, mesomorfo y el endomorfo; popularmente llamados hombres delgados, de cuerpos medios o musculosos y de físico grueso, respectivamente.
Estos términos son muy generales, pero lo suficientemente claros para que un individuo comience a comprender qué prendas de vestir armonizan con sus características y rasgos físicos, y de esta forma explotar al máximo sus ventajas y hacer a un lado todo aquello que le desfavorece.
Tras determinar a qué grupo pertenece, dicha información debe tomarse en cuenta para seleccionar todo tipo de indumentaria, ya sea casual, formal y hasta de etiqueta. Acá no importa si se es extremadamente delgado, con mucha masa muscular u obeso, lo primordial es que cada persona se sienta cómoda tal cual es, puliendo su imagen a través de estos consejos.