Ricardo Poma, uno de los empresarios más reconocidos de El Salvador y de Centroamérica, es un salvadoreño que, a través de diversas acciones, ha buscado impulsar el desarrollo económico nacional.
En una entrevista con El Diario de Hoy, en la que previamente había evaluado el trabajo de la Fundación Poma, el empresario también se tomó tiempo para analizar el estado actual de la economía, pidió respetar las reglas del juego y fortalecer las instituciones.
Asimismo, apuntó como preocupante el alto endeudamiento y el doble discurso que se maneja; y aunque considera que las medidas asistencialistas son buenas, considera que no son suficientes para salir de la pobreza y del estancamiento económico.
En ese sentido, el presidente del Grupo Poma, recordó que la salida de la pobreza se logra con mayor inversión nacional y extranjera y, por ende, con la creación de más y mejores empleos.
A continuación mostramos una reseña de sus contundentes respuestas a una batería de preguntas que se le formularon.
El crecimiento (económico) de El Salvador es uno de los más bajos de Centroamérica, ¿Cómo visualiza usted el crecimiento del país?
El Salvador debe tener un meta de crecimiento más audaz y agresiva. No creo que con un crecimiento, aun del 2.5% del PIB, podremos salir de los problemas que el país tiene en términos de bienestar y calidad de vida. Entonces creo que tenemos que tener una meta, al mediano plazo, de llegar a crecer al 5% del PIB, que es el doble de lo que creció el país en el 2015.
Sin embargo, el hecho de que algunas cosas hayan ocurrido han sido como un regalo para el país, como la baja en los precios del petróleo que nos ha ayudado, puesto que ha bajado la factura petrolera y eso ayuda al crecimiento del PIB. También las remesas siguen creciendo, ese es otro tema que también ayuda al crecimiento.
Creo que para llegar a crecer lo que debemos crecer, para mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, es necesario generar la confianza que necesitan los inversionistas para venir al país, invertir y generar empleo. Es la única forma, a través de confianza y a través de que se mantengan las reglas del juego, que se consolide el estado de derecho, que se fortalezcan las instituciones democráticas en el país, que se despartidicen las instituciones que no deben estar partidizadas, y que la gente tenga la confianza necesaria para tener una visión de mediano y largo plazo.
¿Cómo califica la relación que hay entre el Gobierno y la empresa privada actualmente?
Creo que la relación no ha sido tan buena y creo que eso ha sido uno de los problemas que ha impedido que el clima de negocio sea mejor y que haya más inversión, la cual es indispensable para la creación de empleo y para el crecimiento económico. Creo que debemos caminar mucho más de la mano y, en ese sentido, es necesario dialogar sobre temas muy importantes del país como la educación, salud, y seguridad.
¿Cuál es su percepción de las acciones del actual Gobierno al cierre de estos dos años de gestión?
El país se ha endeudado mucho en estos últimos años. El endeudamiento ha crecido en los dos últimos años, y en siete años de gobierno de FMLN hemos llegado a casi 16 mil millones de dólares y no se ven los logros de ese incremento, no son evidentes. El objetivo fundamental de todo gobierno y de toda persona es la superación de la pobreza. Mejorar el bienestar de las familias y eso no se logra a mediano o largo plazo con medidas asistencialistas.
Claro que hay familias que están marginadas, a quienes hay que asistir y ayudar, pero el futuro del país está basado en el crecimiento económico. En hacer el pastel más grande y que se distribuya mejor. El futuro está basado en la generación de empleo, en mayor inversión, en que haya un ambiente de negocios que permita atraer esas inversiones. Una realidad es que somos el país con la menor inversión extranjera directa de toda la región centroamericana, y posiblemente de toda Latinoamérica.
¿Qué opina del discurso del Presidente de la República en el marco de los dos años de Gobierno?
Me parece que el Presidente habló de lo que él ve como logros, pero lo importante es cuál es la percepción de la gente, y la percepción no es buena. Si vemos las encuestas vemos que un porcentaje alto de los salvadoreños opinan que no están mejor de lo que estaban antes. y que su situación familiar o personal se ha deteriorado.
Varias gremiales han criticado al Gobierno de tener un doble discurso, ¿Qué opina al respecto?
Ese doble discurso es muy negativo para la generación de confianza y para crear un clima de negocios adecuado. Comprendemos que el Gobierno le hable a las bases de su partido, pero por el otro lado también aleja y asusta a los empresarios y no abona en nada a la generación de confianza. La impresión que da es que siguen con ese proyecto histórico de establecer en el país el Socialismo del Siglo XXI.
¿Qué observa en el tema de la situación fiscal del país y del endeudamiento?, ¿Cómo lo califica?
Creo que debe haber un análisis a fondo de los gastos del Gobierno, el país tiene que entrar en un período de austeridad, no podemos seguir gastando lo que no tenemos.
El tema del gasto es fundamental, pero no en base a medidas de reducir el crecimiento del gasto. Esto tiene que ser un análisis base cero; no se puede hacer solo una reducción del crecimiento del gasto.
¿Cómo ha ido caminando el Consejo Nacional para el Crecimiento?
El Consejo para el Crecimiento ha logrado algunas cosas positivas, apoyó al país en conseguir el segundo compacto de los Fondos del Milenio. Creo que en ausencia de este Asocio, hubiera muy difícil que se lograra realmente conseguir este Fomilenio, que es una impresión muy importante para El Salvador, sobre todo ahora que hay poca inversión extranjera directa.
La inversión de 277 millones de dólares por parte de Estados Unidos estará enfocada en la zona costera, y creo que tendrá un impacto multiplicador en el país.
Por otra parte, también el Consejo ha apoyado bastante al análisis y promoción de leyes que eran necesarias para Fomilenio y otras actividades que han sido importantes. Creo que es importante que estemos ahí los empresarios y que podamos tener ese espacio de diálogo (con el Gobierno).