A los 12 años, un chico salvadoreño se mudó a EE.UU. urgido por alcanzar un sueño. Experimentó con todo tipo de cámaras, desde la Super-8 hasta las más sofisticadas, consiguiendo 32 años después una película que le abrió la puertas de varios mundos: la violencia de la pandillas en el continente, la industria de la producción en Hollywood, y la esperanza que toda persona puede alcanzar a través de la fe.
Ese niño vio cumplido ese sueño en una de la salas de cine salvadoreñas, verse actuar y cómo una de sus historias se iba hilando en otras vidas, las de muchos compatriotas y latinoamericanos olvidados en el mundo de las pandillas. Ese chico es Arturo Muyshondt, quien ahora se proyecta como actor y productor del cine hispano, y quien presentó ayer en Cinemark La Gran Vía The Pastor, película dirigida por la inglesa Deborah Goodwin.
The Pastor se proyectó en el país después de una paso significativo en 430 salas de cine en EE.UU., en 42 estados, incluyendo Alaska, y está próxima a ser exhibida al público salvadoreños en el mes de agosto.
El filme narra la historia de un exconvicto convertido en pastor que debe tomar una decisión crucial, entre mantener su fe o volver al camino de la violencia. El argumento de la película fue el resultado de una investigación de Muyshondt sobre la vida de pandilleros en EE.UU., El Salvador y otros países del continente y se contextualiza en un barrio hispano de Brooklyn.
Para su proyección en el país, Muyshondt contó con el respaldo de la Fundación San Andrés, quienes realizan varios proyectos con convictos, exconvictos y jóvenes que buscan un camino diferente al de la violencia.
La actuación de Muyshondt, como la historia narrada en The Pastor, causó una conmovedora reacción en el selecto público que lo acompañó y que destacó que hay otros caminos a la violencia que no es con sangre de por medio, plomo o represión.
Algunos de estos líderes empresariales y sociales, subrayaron que el trabajo cinematográfico de Muyshondt sensibiliza y visibiliza un problema en el que está inmerso El Salvador, aunque el contexto del filme es universal.
“Esta es una visibilización de talento extraordinario”, aseguró Roberto Murray Meza, quien destacó el “mensaje de esperanza, el papel de Dios y de la Iglesia”, a la vez que amplió que era conveniente que ésta fuera vista por el consejo de obispos y pastores del país. Según los organizadores, para este miércoles un grupo de religiosos verán la cinta.
El próximo proyecto de este creador está encaminado en la vida de José Arturo Castellanos, militar y diplomático salvadoreño, quien salvó a unos 25,000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.