Las peticiones del perfecto demócrata latinoamericano???

Sin importar el respaldo que el resto de naciones otorgue al actual Secretario General de la OEA, su informe quedará  asentado como el “manual de las peticiones del perfecto demócrata latinoamericano”.

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Xenia Hernández (der.), abogada de ALAC, Roberto Rubio, director ejecutivo de Funde, Jaime López, coordinador de ALAC y Jiovanni Fuentes, coordinador de transparencia.

/ Foto Por elsalv

Por Luis Mario Rodríguez R.*

2016-06-08 9:12:00

El informe del Secretario General de la OEA sobre la situación de Venezuela es demoledor. No revela nada que los latinoamericanos interesados en defender la democracia ignoremos acerca de la condición política y humanitaria en ese país. Sin embargo aporta datos que contribuyen a caracterizar la manera en que operan los regímenes totalitarios en pleno siglo XXI. Asimismo detalla las consecuencias de un sistema asistencialista que pudo satisfacer las demandas ciudadanas en “tiempos de vacas gordas” y se olvidó de las condiciones que necesita la economía para crecer y generar empleo. Se trata de una “carta de navegación” aplicable a los gobernantes que abusen del poder.

La lectura completa del documento que Luis Almagro presentó al Consejo Permanente de la OEA  delata una etapa de calamidad pública escandalosa. Se refiere al estado de vulneración de derechos básicos de la población como acceso a alimentos y servicios de Salud, a los niveles de inseguridad pública, al ejercicio de bloqueo permanente del Poder Ejecutivo respecto de las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, a la viciada integración del Tribunal Supremo de Justicia y a la parcialidad política de casi todos sus integrantes, al incipiente combate a la corrupción, entre otros aspectos.
 
En general, el informe previene una posible fase de ilegitimidad debido a la continua violación de la Constitución, especialmente en lo relacionado al equilibrio de poderes, a la inobservancia de los derechos humanos, a las dificultades para la celebración del referéndum revocatorio y a la falta de capacidad de respuesta del gobierno frente a la grave crisis que viven los venezolanos.

El Secretario indica que “en Venezuela se perdió la finalidad de la política. Se olvidó defender el bien mayor y colectivo a largo plazo sobre el bien individual a corto plazo”. Agrega que de acuerdo al informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) la inflación es del 700%, el déficit fiscal de 17% del PIB y la deuda externa de US$130 mil millones equivalentes a 6 años de exportaciones del petróleo. Por otra parte, de acuerdo a la comunicación de Almagro, la escasez de medicamentos y de equipos médicos es del 80%. Existe un grave déficit de personal de salud altamente calificado como consecuencia de la migración masiva de profesionales en el rubro. En áreas vitales como oncología, la carencia se estima en 65% de los medicamentos.

La pobreza medida por ingresos creció hasta 76% en 2015, mientras que la situación de violencia empeoró notablemente. El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) y el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, dos ONGs locales, reportan una tasa de homicidios de 90 y 73 por cada 100,000 habitantes, respectivamente. El Ministerio Público informó que para el año 2015 la cifra fue de 17,778 homicidios, es decir 58.1 por 100,000 habitantes, en contraste con los 27,875 asesinatos registrados por el OVV.

Otra crisis la genera el desabastecimiento de productos, con grandes filas que han dado lugar al incremento de la conflictividad. Se producen trifulcas y, según el informe, ya se registraron algunos muertos por discusiones en la ubicación de las “colas” donde se ha llegado al extremo de “alquilar” los turnos.

La exposición del Secretario advierte sobre la criminalización de las protestas y el acoso y encarcelamiento de opositores y las califica como “prácticas propias de un Estado opresor”. El 4 de abril de 2016, el Director Ejecutivo del Foro Penal Venezolano aseguró ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que hay 82 presos políticos en su país, y, sólo desde 2014, se han detenido 3,875 por motivos de la misma naturaleza.

En resumen, Luis Almagro, después de compilar la historia de varios años de transgresiones democráticas y quebrantos a los derechos fundamentales en Venezuela, de muertes y de abusos que llevan a la restricción de las ideas contrarias al régimen y de graves cortapisas al acceso a la información pública y a la equidad electoral,  concluye que existe una “alteración del orden constitucional democrático, derivado de una gradual, sostenida y sistemática erosión de la democracia”.

Sin importar el respaldo que el resto de naciones otorgue al actual Secretario General de la OEA, su informe quedará  asentado como el “manual de las peticiones del perfecto demócrata latinoamericano”.
 

*Columnista de El Diario de Hoy