El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Nelson Vanegas, minimizó ayer el gasto de unos $234,984.41 que se utilizaron para alimentos y bebidas, y de los cuales $5,000 se destinaron para la compra de bebidas alcohólicas que se compraron entre 2014 y marzo de este año.
De acuerdo con Vanegas, ese gasto apenas representa el 0.15% de los gastos totales de CEPA y los $5,000 en bebidas alcohólicas solo significan un 0.003% de ellos, por lo cual lo consideró “insignificante”.
Al mismo tiempo admitió que el fondo circulante con el que se compraron estas bebidas así como alimentos en restaurantes, y hasta en un club nocturno, no tienen un control ni del presidente ni de la Junta Directiva.
“El fondo circulante no lo maneja directamente la presidencia. Sí estoy facultado para firmar, autorizar pero los gerentes también están facultados para esto. Es todo un andamiaje para la operatividad de la institución”, explicó Vanegas cuando se le preguntó quién administra este fondo, que sirve como caja chica de la institución.
Sus declaraciones fueron vertidas en una conferencia de prensa para contestar a las publicaciones de La Prensa Gráfica, que señaló en varias publicaciones un gasto de más de $231,000 en alimentos y bebidas, muchas de éstas alcohólicas.
Acompañado de todos los gerentes de CEPA, personal administrativo y representantes de sindicatos que lo apoyan, Vanegas justificó que ese dinero ha sido utilizado en capacitaciones, reuniones y eventos así como en reuniones de trabajo del Comité Ejecutivo, de la Presidencia, o reuniones que se hacen para las discusiones del puerto La Unión y Acajutla.
Agregó que estas bebidas se compraron en reuniones con inversionistas y personal que son necesarias para los proyectos que se discuten.
“Cepa es un empresa, no un hospital. Cada institución tiene su propio carácter”, dijo el funcionario.
Sin embargo reconoció que pudieron haberse hecho compras que no estaban controladas. “Hay personas que hicieron algunos usos (de dinero) y la auditoría nos va a determinar cuáles estuvieron bien y cuáles estuvieron mal, y los que no estuvieron bien se van a corregir”, señaló.
Según la publicación periodística, CEPA pagó cenas de hasta $1,162 en restaurantes de hoteles a las 9:24 de la noche en el que se incluye el descorche.
En otras facturas se detalla un consumo por alimentación en Antique Club, una discoteca capitalina.
Otras facturas se emitieron en fines de semana en restaurantes fuera de San Salvador, donde están las oficinas de CEPA.
“No tenemos nada que ocultar. La Corte de Cuentas nos ha auditado y no ha encontrado nada”, dijo.
Auditoría
Pero pese a su justificación el funcionario anunció ayer que la CEPA hará una auditoría especial para deducir “si hubo excesos” y que según el funcionario, se apoyará de personal externo para que el proceso sea transparente y no dé lugar a dudas.
El funcionario dijo que si esta auditoría especial encuentra irregularidades aplicarán las medidas correctivas.
Además está dispuesto a presentarse hoy ante la Fiscalía General de la República para presentar toda la documentación que la institución requiera. La Fiscalía abrió una investigación para averiguar si hubo una malversación de fondos públicos.
En cuanto a este punto, Vanegas también explicó que CEPA no se financia con impuestos de la ciudadanía sino con ingresos obtenidos por sus empresas (puerto de Acajutla y Aeropuerto) a pesar de que la institución está incluida dentro del Presupuesto General del Estado.