Cauce del río Goascorán sigue amenazando a pobladores

Autoridades inspeccionaron donde el afluente está obstruido. Vecinos aseguran estar solos y con temor a que se registre desgracia por tapón en río. 

descripción de la imagen

Los residentes piden motosierras para retirar árboles y ramas. 

/ Foto Por Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2016-06-09 9:00:00

 Las autoridades de gobierno no harán nada para mitigar el riesgo de desbordamiento que genera un enorme tapón de árboles, lodo y arena en la desembocadura del río Goascorán.

Eso, pese al temor de quienes habitan las comunidades Candelaria de La Rompisión y Barrancones, en el cantón Piedras Blancas, de Pasaquina, de que sus casas sean anegadas como nunca antes ha ocurrido en la zona. 

Carlos Menjívar, jefe de la Unidad de Alerta Temprana de la Comisión de Protección Civil, dijo que, por el momento, es difícil meter maquinaria al lugar porque sería poner en riesgo la vida de operadores. 

“Son riesgos múltiples porque también afecta la economía, porque los seres vivos de las especies tienen su tiempo de humedad y se mueren; también la transitabilidad, no hay libre paso para los pescadores, está el problema y hay que resolverlo. Se pensaba trabajar  manual, pero no es posible y tampoco con maquinaria”, dijo. 

Según los pronósticos del tiempo, agosto será de mucha lluvia y hay posibilidades que tengan tiempo para empezar a trabajar en mitigar el riesgo hasta en septiembre. 

Por su parte, Pedro  Castro, dirigente de Barrancones, expresó que las autoridades  han llegado  tarde porque las lluvias dificultan que se ingrese maquinaria pesada al lugar. 

“Ya es tarde, hoy que quieren reaccionar, el río ya se desbordó con las primeras lluvias. Hoy tenemos que prepararnos para un inminente peligro para toda la comunidad, porque el taponamiento viene avanzando y arrastrando más árboles con las fuertes lluvias que se avecinan”, dijo. 

Reclamó que hubo tiempo necesario desde el año pasado y parte de la época seca del presente para las obras, pero no se preocuparon. 

El Diario de Hoy publicó el martes anterior la preocupación que mantienen los habitantes de la zona de que el  enorme tapón provoque que el afluente se desborde y se registre una desgracia. 

Tras la nota periodística, las autoridades de gobierno realizaron una visita ayer. 

Concluyeron que sí existe el riesgo y advierten el problema de salida al mar de los pescadores, quienes deben ingresar a territorio hondureño para entrar a aguas territoriales salvadoreñas, aunque dicen  que no pueden hacer nada. 

La postura de las autoridades aumentó la preocupación de los vecinos, quienes reiteran que temen el desborde del río, porque con la fuerza del agua buscará una salida y hará que el atascamiento incremente. 

Esa situación generaría que la corriente busque salir en la zona de los muros de contención que protegen la comunidad y con ello afecte las viviendas peor que en años anteriores. 

El otro temor  es que las autoridades navales de Honduras los encuentren cruzando sus aguas y los detengan, decomisándoles la lancha y los equipos de pesca. 

El temor es porque con marea baja las embarcaciones de pesca artesanal no pueden pasar por un tramo de un kilómetro sobre el río, que es el tamaño del tapón. 

La situación obliga a los pescadores que residen en Barrancones y que viven de la extracción de mariscos, a ingresar a aguas territoriales hondureñas, justo al estero conocido como El Revolcón, para luego retornar a El Salvador y realizar su faena.

El problema, según explican los vecinos, se viene dando desde 2015. Sobre la visita de ayer, los lugareños aseguraron a los funcionarios que estaban agotados de ver inspecciones y no  acciones de mitigación. 

Miguel Ventura, encargado del área de Gestión del Ministerio de Obras Públicas (MOP),  detalló que llegaron a observar los riesgos que enfrenta la población. 

Explicó que cada institución lleva el compromiso para establecer los mecanismos  a seguir para solventar el problema. 

Ricardo Cruz, diputado del Parlamento Centroamericano y quien ha estado constantemente visitando la zona, aseguró que desde 2010 se viene con los problemas de los tapones y azolvamiento en el río Goascorán. 

Agregó que todo se origina por el dragado del  Goascorán en la parte de Honduras y la falta de protección del río.