Durante 12 meses, este reconocido oncólogo se dedicó a elaborar un Programa Nacional del Cáncer cuya implementación está en manos del Ministerio de Salud. En su opinión, contar con un Programa es un gran avance, pero falta garantizar que cuando se detecte un cáncer en etapa temprana o tardía se cuente con el equipo multidisciplinario necesario para darle tratamiento. Algo que actualmente no ocurre en el sistema público.
EDH: ¿Cree que en el país contamos con los tratamientos disponibles a nivel mundial para tratar el cáncer en el sistema público?
No, en el sistema público. Aunque se han hecho adelantos considerables, sobre todo de parte del ISSS, que tiene un programa muy bueno, que cumple y sigue cumpliendo una notable participación en el cuido de los pacientes con cáncer. En el resto de la atención pública, que es la mayoritaria… se tiene menos esparcidos, sino dispersos los tratamientos en prácticamente los hospitales metropolitanos grandes, con una clara excepción: el hospital Benjamín Bloom.
EDH:Si ya se está implementando la etapa de educación y prevención del Programa Nacional del Cáncer ¿cuál es la siguiente etapa a implementar?
La siguiente etapa es la de la detección temprana que es no paralela, pero casi. Es inmediata y está bien entrelazada con la prevención. Porque al estar informado y educado el gran público, va a integrar a su vida estos hábitos saludables de salud y luego va a tener muy claro cuáles son las señales de alerta del cáncer y poder acudir rápidamente, porque es esencial que todo el mundo sepa que solo el cáncer detectado tempranamente en su sitio de origen puede curarse.
El que ya salió de ahí, que se conoce como metástasis, fuera de su sitio de origen es mucho más difícil.
EDH: ¿Quién está a cargo de este programa por parte del Ministerio de Salud?
Por parte del ministerio de Salud está el señor viceministro, Julio Robles Ticas, y la coordinadora por parte del ministerio de Salud es la doctora Andrea Chacón. En ellos descansa ahora la parte operativa. Yo he cumplido mi misión (…).
Se ha completado una parte importante, que es la base, el diseño completo de un programa nacional. Y se parte de la capacidad instalada y el recurso humano disponible. Como debe ser, no podemos ignorar que tenemos un recurso disponible, una capacidad instalada y que vamos a utilizar de una forma inteligente, ágil y complementaria, para que sea realidad el gran Programa Nacional de Cáncer y podamos estar en un periodo no muy largo anunciando que estamos ya en la operación completa del programa, que como digo comienza con educación, prevención; sigue con la detección temprana; el tratamiento oportuno… Todo va ligado. Si la primera parte falla, falla lo demás.
Si llega la detección temprana, pero no tenemos el equipo humano y técnico para tratarlo efectivamente, habrá sido casi inútil la educación y la detección temprana. Si no tenemos cómo tratar multidisciplinariamente: cirugía oncológica hecha por especialistas, la radioterapia hecha por especialistas con unas grandes dificultades con equipo muy sofisticado y carísimo; y la oncología médica que ha puesto medicamentos a su favor.