MÉXICO. Catorce organizaciones criminales operan en la república mexicana y la agencia estadounidense de seguridad Strategic Forecasting las dividió en tres grupos: Sinaloa, Tierra Caliente y Tamaulipas.
En un mapa de las áreas de influencia de los cárteles, diseñado en 2015, Stratfor agrupa en el bloque Sinaloa a la organización encabezada por Joaquín El Chapo Guzmán, a la de los hermanos Beltrán Leyva, Los Mazatlecos y la liderada por Trinidad Olivas Valenzuela, conocido como El Chapo Trini. Estos grupos tienen sus áreas de operación en los estados de Durango, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Sonora, Baja California y Baja California Sur.
La agencia de seguridad integra en el segundo grupo, el de Tierra Caliente, a los cárteles Jalisco Nueva Generación, Caballeros Templarios, Familia Michoacana, Guerrero Unidos, Los Rojos, Cártel Independiente de Acapulco y agrega a Los Viagras, encabezados por los hermanos Nicolás y Carlos Sierra Santana.
Nicolás Sierra Santana formó parte de los grupos de autodefensa que surgieron en la región de Tierra Caliente de Michoacán.
Para la agencia norteamericana, estas organizaciones se disputan el control de territorios en Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, Puebla y Ciudad de México.
El tercer grupo, identificado como Tamaulipas, está conformado por los antagónicos Los Zetas y Cártel del Golfo. Ambos mantienen una férrea disputa en las entidades del golfo y noroeste de México.
Zetas y golfos operan, de acuerdo con Stratfor, en Coahuila, Zacatecas, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas.
Señala que en ciudades como Boca del Río, Veracruz, existe presencia de los grupos que conforman el bloque de Tierra Caliente.
De igual forma, advierte que en Monterrey, capital de Nuevo León, operan grupos de Sinaloa, Tierra Caliente y Tamaulipas. Lo mismo detecta en Guadalajara.
En Torreón, Coahuila –agrega–, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa se pelean la plaza.
Más violencia
La firma Stratfor señaló que la constante subdivisión de los cárteles podría llevar a un incremento en los homicidios a lo largo de este año.
En su análisis, Stratfor señaló que las fisuras y luchas internas entre los cárteles de la droga definen actualmente la situación del narcotráfico en México.
“Desde la desaparición a fines de los 1980 del cartel de Guadalajara, que controlaba la mayor parte de las rutas comerciales de drogas de México hacia Estados Unidos, los cárteles mexicanos se han dividido en más redes regionales, mas geográficamente compactas”, indicó Stratfor. en su reporte.
De acuerdo con esa opinión, las fisuras y las luchas internas entre los cárteles de la droga redefinen el tráfico de drogas y su lucha interna.
De hecho, precisó el estudio, “el cártel del Pacífico perdió activos importantes cuando la organización dirigida por los hermanos Beltrán Leyva se separó de ella y cuando la muerte de Ignacio Coronel llevó a la aparición de varios grupos, entre ellos La Resistencia y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)”.
Recordó que Los Zetas mismos son producto de la balcanización, toda vez que en 2010 se separaron del cártel del Golfo en 2010.
“Aunque el cártel del Pacífico y Los Zetas han luchado duro para resistir fracturarse más, e incluso han sido capaces de crecer debido al fenómeno, no han podido detener por completo las divisiones y la tendencia continuará en 2017”, consideró.
Asimismo, advirtió el fenómeno de las “tomas ilegales” en los oleoductos lo cual representa una nueva actividad criminal con “enorme potencial” de ganancias para los grupos criminales.
“El robo de combustible presenta a México con una multitud de preocupaciones de seguridad. El robo lleva con frecuencia a algunos funcionarios corruptos, explosiones y filtraciones en los oleoductos y, más significativamente, conflicto violento sobre territorio”, dice la firma.
—AGENCIAS.