En los tiempos modernos los nosocomios se analizan como subsistemas de un sistema mayor, en otras palabras considerados aisladamente no constituyen solución. De ahí la necesidad de enfocar toda la red de centros de atención de la zona para evaluar el cumplimiento de objetivos. ¿Qué tal si los demás componentes de la red están colapsados también o son obsoletos? Si eso ocurre naturalmente la sustitución de un nosocomio en particular no soluciona nada.
Por otra parte es indispensable revisar con mucho cuidado y detalle la sostenibilidad de cada nuevo proyecto hospitalario ¿De qué sirve construir un elefante blanco si no alcanza el dinero para dotarlo de los recursos humanos con las características requeridas, mobiliario y equipo de acuerdo con la tecnología que corresponde? ¿De qué sirve una maravilla de arquitectura e ingeniería si funciona con procedimientos obsoletos, con carestías crónicas y quizá lo peor, con calidad que deja mucho que desear?
En materia de creación de hospitales el primer gran reto es realizar los estudios pertinentes –por profesionales especializados en planeación de servicios de salud y planeación hospitalaria- que justifiquen plenamente la creación de un nuevo establecimiento hospitalario. Si se trata de sustituir un antiguo hospital colapsado la situación es todavía más compleja y con mucha más razón necesita del concurso de profesionales con experticia. En parte porque las coberturas han sufrido profundos cambios y en parte porque las tecnologías sanitarias y medicas utilizadas cuando se inauguró el centro son completamente diferentes a las actuales y habría que replantear el modelo asistencial en su totalidad.
Entre las causas más comunes que producen fallas en el desarrollo de los proyectos hospitalarios destacan las siguientes: a menudo hay vacíos, omisiones y enfoques erráticos en los términos de referencia que reflejan el nivel técnico y de actualización de los burócratas que elaboran la base técnica utilizada como insumo para las negociaciones y firma de contratos.
Es corriente que el propietario del proyecto solicite recortes de espacios y ambientes argumentando escasez de recursos aun cuando se le advierten las posibles consecuencias negativas. En la mayoría de casos los nuevos nosocomios no se levantan donde los técnicos lo recomiendan sino en el terreno que se dispone que con frecuencia no cumple los requisitos.
Las licitaciones las ganan los que ofertan más barato, no las empresas que poseen personal con mayores conocimientos y experiencia, a veces presentan en la nómina algunos figurones pero en la práctica el trabajo lo hace un ejército de aprendices contratados porque cobran más barato que los expertos. En el medio salvadoreño son escasos los arquitectos especializados en diseño hospitalario y más escasos los ingenieros especializados en electricidad, estructuras, aire acondicionado, gases de uso medicinal, biomédica, elevadores y montacargas, hidrosanitarios, impacto ambiental, etc. con experiencia en el área de la infraestructura de salud.
La causa de cualquier falla importante en el funcionamiento del nuevo nosocomio si bien la podemos encontrar en cualquier punto del proceso de diseño y construcción, no debe olvidarse que nada se hace sin la aprobación de la contraparte técnica institucional, otras instancias y Supervisión.
*Colaborador de El Diario de Hoy.