Con Los Beatles ya separados, su decimotercer y último álbum de estudio llega al #1 del ranking de ventas el 13 de junio, exactamente un día como hoy pero de 1970. Cuentan los testigos que el mal humor, los celos y las hostilidades dentro del grupo ya eran evidentes durante las sesiones de grabación, que se llevaron a cabo en los estudios cinematográficos de Twickenham, Londres, en 1969.
“Let it be” estuvo cargado de problemas desde el primer momento, al punto que si bien fue el disco póstumo de la banda, no fue el último en ser grabado. Ese honor le corresponde a “Abbey Road”, solo que éste terminó siendo lanzado antes.
La tensión dentro del grupo cada vez era más grande, y mucho tuvo que ver que paralelamente se estaba rodando una película -también llamada “Let it be”- que mostraría la intimidad de cómo Los Beatles grababan un disco. Lo concreto que al final “Let it be” acabó siendo más una labor individual que colectiva. La mayoría de las canciones no requerían a la banda completa para grabar sino que cada integrante llegaba a hacer su parte y las múltiples sesiones de grabación se mezclaban para el producto final.
Originalmente el álbum se iba a llamar “Get Back”, pues la idea era al retomar las raíces rockeras del grupo aunque al final llevó el nombre de “Let it be”, otras de las canciones del grupo, compuesta por Paul McCartney tras soñar con su madre durante aquellas tensas sesiones de grabación del álbum.
Tras una semanas en el mercado, el último disco de Los Beatles llegó al #1 de los charts. Paradójicamente, para instalarse en la cima desplazó del primer lugar a “McCartney”, el primer álbum solista de Paul McCartney.