En un país con seis millones de habitantes, dos de ellos, comparten nombres, apellidos, y las autoridades le atribuyen un mismo domicilio, aunque uno sea originario de La Paz, y el otro fuese en Quezaltepeque, La Libertad.
Los Jorge Alberto Martínez Chávez también comparten el mismo alias y tienen un proceso judicial en el mismo tribunal. La Policía Nacional Civil está clara que no se trata de un error, aunque uno de los expedientes, con el que estaba siendo procesado uno de ellos, quien posteriormente murió en el hospital por tuberculosis, tiene graves inconsistencias.
Jorge, el muerto, según su familia, se dedicaba a despachar microbuses piratas que desde Quezaltepeque viajan a San Salvador, pero la Policía dice que es pandillero. Su homónimo es uno de los “100 más buscados”, cabecilla de la clica Peajes Locos Salvatruchos que opera en San Pedro Masahuat, La Paz, a quien le culpa cinco homicidios.
A ambos les atribuyen el mismo alias: Wisper, y también una misma dirección, que de acuerdo a diversos documentos consultados por El Diario de Hoy, corresponde a la ubicación del cabecilla prófugo.
Cada uno de los sujetos tienen un proceso en el Juzgado de Primera Instancia de San Pedro Masahuat por diferentes delitos. Sin embargo, el juez de ese tribunal, Daniel Ortiz Martínez, confirmó a El Diario de Hoy que la Policía y la Fiscalía se equivocaron con la captura del despachador de microbuses, porque confundieron en un mismo expediente de intento de homicidio datos del cabecilla prófugo buscado por homicidio agravado y agrupaciones ilícitas.
Expediente con contradicciones
A pesar que la Fiscalía y la Policía han asegurado a El Diario de Hoy que el fallecido tenía cuentas pendientes con la justicia, hay contradicciones en el expediente sobre homicidio agravado tentado que se encuentra en el Juzgado de Primera Instancia de San Pedro Masahuat.
En la primera de las dos piezas, el fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Vida de Zacatecoluca asignado al caso, José Molina, remitió al tribunal un acta donde hace constar que entrevistó a Roble Z-14, quien supuestamente es la víctima, y éste reconoció a los sujetos que intentaron asesinarlo el 6 de octubre de 2014 en San Pedro Masahuat.
En el documento, con fecha del 15 de diciembre de ese año, Molina Rodríguez manifestó que el testigo individualizó a sus asesinos. Seguido del escrito hay un juego de fotografías, en las que aparece el rostro de Jorge, el muerto.
El fiscal también detalló que este Jorge tenía múltiples tatuajes alusivos a la MS y que era piel blanca, y su familia ha señalado en reiteradas ocasiones que él jamás perteneció a una pandilla, ni mucho menos tenía tatuajes. Además, al ver fotografías suyas, se observa que era de piel morena.
En la misma pieza, en el formulario de filiación y antecedentes realizado por la División Técnica Científica de la PNC, sobre el Jorge detenido, no están los nombres de sus padres, sino los del pandillero. En el mismo, se le atribuye el apodo Chivo y no Wisper.
El padre del Jorge muerto se llama Jorge Alberto Martínez y la madre Francisca Haydée Chávez, pero en el documento de la PNC aparecen los nombres Jorge Alberto Valiente Chávez y Maura Martínez Montes, quienes según la Policía, son los padres del prófugo.
Asimismo, el formulario revela fallas, porque señala que el detenido es originario de San Luis Talpa, La Paz, y en la ficha que la Policía maneja dice que es de Quezaltepeque, La Libertad.
Al llegar a la pieza dos del expediente, hay más contradicciones.
En el reconocimiento fotográfico que Roble Z-14 realizó de Jorge en el tribunal donde está el caso (22 de junio de 2015), el testigo logró identificar, entre cinco rostros, al Wisper, el cabecilla prófugo.
El informe de detención que la PNC remitió el 26 de abril al tribunal, un día después del procedimiento que tuvo lugar en una gasolinera ubicada sobre la Novena Avenida Norte y la alameda Juan Pablo II (frente al Palacio de los Deportes), relata que cuando policías patrullaban, observaron a un sujeto de “aspecto sospechoso que se encontraba sentado en una acera” y que tras su nombre dentro de una base de datos procedieron al arresto, porque tenía orden de captura por intento de homicidio agravado.
En ese lugar, según la familia de Jorge, él se mantenía trabajando desde temprano.
Luego que fue detenido, manifestó a El Diario de Hoy la secretaria del Juzgado de Primera Instancia de San Pedro Masahuat, María Elena Arias López, Jorge fue enviado a las bartolinas de la subdelegación policial de esa ciudad, y luego remitido a la subdelegación de San Juan Talpa.
En un acta adjunta en el mismo expediente, la Policía establece que Jorge no fue recibido en las bartolinas de San Pedro Masahuat porque en el lugar solo había espacio para 81 reos. Otra de las justificaciones que la PNC dio fue que el fallecido era miembro de la MS de la zona, y que solo recibían a “reos comunes”.
Cuando Jorge murió, en el acta de defunción, la Policía no solo le atribuyó el delito de intento de homicidio por el que supuestamente fue capturado, sino que le agregaron los delitos de su homónimo, Jorge el prófugo: homicidio agravado y agrupaciones ilícitas, denotando una mezcla de datos en el proceso en su contra.
Testigo nunca reconoció a Jorge en persona
El juez Ortiz manifestó a El Diario de Hoy que una vez descubrió que el expediente de homicidio tentado contra Jorge, el muerto, tenía contradicciones, él haría la observación a la Fiscalía y al defensor público de la Procuraduría General de la República el 24 de mayo que se celebraría la audiencia preliminar.
Esto nunca se hizo. Jorge murió de tuberculosis el 25 de ese mes en el hospital Rosales, según consta en el acta de defunción elaborada por la PNC, luego que estuvo detenido en las bartolinas de la subdelegación de San Juan Talpa.
Para el 16 de mayo también estaba previsto que Roble Z-14, la víctima que supuestamente un Jorge quiso matar, reconociera en persona a su asesino.
En esa ocasión Ortiz informó que estaba enfermo, por lo que la audiencia de reconocimiento se pasó para el 23, pero también se suspendió ese día porque según el juzgador, la fiscal asignada a la diligencia, Yamileth del Carmen Serrano Alvarenga, de la Unidad de Delitos Contra la Vida de la FGR de Zacatecoluca, estaba realizando las llamadas desde la subdelegación de San Juan Talpa, para que la PNC trasladase al testigo con régimen de protección.
Jorge, junto a cuatro personas más, fue acusado en 2014 de intentar asesinar a al testigo con clave Roble Z-14.
Según el requerimiento presentado por la Fiscalía General, el hecho habría ocurrido la noche del 6 de octubre de 2014 en una casa ubicada en San Pedro Masahuat y estuvo a cargo de la clica Peajes Locos Salvatruchos, de la cual, Jorge el prófugo es considerado por las autoridades como el cabecilla de esa agrupación delictiva.