En ocasiones, la fama puede pasarles facturas costosas a las celebridades. Pierden su privacidad, y en el peor de los casos suele costarles la vida.
Los fanáticos llegan a obsesionarse tanto con los famosos que mezclan emociones como su obsesión, admiración y envidia.
Uno de los lamentables casos, sucedido recientemente, fue el asesinato de la cantante Christina Grimmie. La chica que se dio a conocer por el programa de televisión The Voice, recibió varios disparos en la noche del viernes 10, al finalizar un concierto en Orlando (Florida, EE UU).
Otro mítico caso fue el de John Lennon. Cuyo asesinato fue perpetrado hace 35 años. Lennon perteneció al grupo The Beatles.
Mark David es quien asesinó al músico inglés, actualmente sigue en prisión.
Selena Quintanilla, la famosa cantante de música tex-mex, ranchera, balada y cumbia; también fue asesinada por una fanática. El 31 de marzo de 1995 Yolanda Saldivar, quien era su empleada de confianza y ex presidenta del club de fans le quitó la vida.
Gianni Versace, el famoso diseñador de moda, fue asesinado el 15 de julio de 1997 por Andrew Phillip, quién estaba obsesionado con su fama y fortuna.
Rebecca Schaeffer fue una actriz que tuvo un gran éxito en la década de los 80, sin embargo, fue asesinada el 18 de julio de 1989 por Robert John Bardo, un fan que estaba obsesionado con ella y la perseguía desde tres años atrás.
