El reto: atracción de inversiones

Los políticos como Maduro no son buenos para los mercados. Reformadores como Macri sí lo son.  

descripción de la imagen

Por Ricardo Esmahan*

2016-06-13 8:29:00

Si se aplican políticas públicas que provocan que las cosas sean difíciles para que las personas puedan realizar negocios y comercio, de seguro, muchos de los inversionistas que conocen de mercados internacionales van a ir a un lugar donde puedan tener un mejor trato y desempeño para sus negocios, dejando al resto de empresarios atrás. Esta emigración es conocida como una fuga de cerebros. Por ejemplo, de vez en cuando existe algún rayo de esperanza en Venezuela de que la oposición podría ser capaz de expulsar del gobierno a Maduro, pero incluso si se lograse, cualquiera que sea el talento necesario y suficiente para reconstruir el país, a estas alturas, ya se ha ido.

El capital va a donde se le trata mejor. Punto.

Los inversionistas averiguan dónde va a ser mejor tratado su capital y el objetivo es enviarlo allí, antes que todos los demás, siendo competitivo. Esto requiere algo de inteligencia política, bastante aguda. En la actualidad, el capital está inundando Argentina debido a la elección de Mauricio Macri, pero expertos aseguran que el momento ideal de invertir, en realidad, fue en 2013, cuando Cristina Kirchner perdió las elecciones de medio término y se le prohibió postularse para otro periodo. 

Usted puede estar en total desacuerdo conmigo en puntos de vista de políticas, pero la realidad de la situación es que los políticos como Maduro no son buenos para los mercados. Reformadores como Macri, sí lo son.

Por ejemplo, si analizamos cómo se comporta la Inversión Extranjera Directa (IED) en El Salvador se destaca que ésta tuvo el año 2015 un saldo neto de US$428.7 millones, saldo superior a los US$311.1 millones del 2014. Sin embargo, El Salvador continúa siendo el país que menos inversiones capta en la región centroamericana, a pesar de experimentar un crecimiento del 37.8%. En la región, el mayor receptor de inversión fue Costa Rica, con un saldo de US$2,708.4 millones y crecimiento de 1.6 %; en segundo lugar se ubica Guatemala con US$1,115.8 millones, dato similar al alcanzado por Honduras, con US$1,112.8 millones, que decreció en 0.6 %; les sigue Nicaragua que contabilizó US$784.5 millones y una disminución de 2.4 %. 

Según FUSADES, entre los receptores de IED en El Salvador, que reportan saldos netos positivos, sobresalen la industria manufacturera con US$262.8 millones, las actividades financieras y de seguros con US$124.0 millones; y en menor proporción el comercio al por mayor y menor, con US$44.8 millones y los sectores de información y comunicación con US$24.4 millones. Uno de los sectores que reportó saldos negativos fue el suministro de electricidad con US$48.6 millones, es decir, que registró mayores salidas que entradas de inversión, reportando la salida de la inversión italiana con ENEL, que era accionista de La Geo.

No cabe duda que el futuro del país esta basado en el crecimiento económico, en la generación de empleo, en mayor inversión; pero sobre todo que haya un ambiente para atraer inversiones. Se estima que el crecimiento meta debería ser del 5% ya que con 2.5% del PIB será difícil salir de los problemas que tenemos en términos de bienestar y calidad de vida.

Se dice que las existencias de IED son mejores con presidentes demócratas, lo cual espero compartirán conmigo que es absolutamente cierto, pero parte de eso es porque 1) la política monetaria suele ser más fácil, 2) el estímulo fiscal a corto plazo se convierte en una prioridad y 3) las reformas económicas trabajan con largo aliento. 

Debemos preguntarnos qué ruta queremos seguir. Lo que está sucediendo en el cono sur es ideal y nos sirve de ejemplo para tomar decisiones. Si realmente queremos más inversiones.
 

*Columnista de El Diario de Hoy
resmahan@hotmail.com