El salvadoreño que hizo emocionar a Muhammad Ali

Charly Menendez le compuso una canción al mítico campeón después de un hecho inolvidable. Y tuvo un desenlace inesperado

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elsalvador.com

Por Gustavo Flores / Twitter:@Gusflores21

2016-06-10 8:16:00

La historia es más o menos conocida. Ali se transformó en un héroe al convencer a un suicida de deponer su actitud cuando estaba a punto de saltar de un edificio de Los Ángeles. Corría 1981 y las fotos y los videos recrean aquel tenso momento con final feliz del mítico boxeador hablándole al joven. “Tu eres mi hermano”, le dijo entre otras cosas. La CBS News llevó las imágenes a todo el mundo. Lo convenció a bajar, lo subió a su Roll Royce y lo llevó a la comisaría y de allí al hospital psiquiátrico. Hasta ahí lo público, lo conocido.

Pero hay otra historia detrás de la historia. Y tiene como protagonista a un salvadoreño, Charly Menéndez, nacido en la colonia Centroamérica de San Salvador hace 64 años. Como tantos otros en Estados Unidos, miraba la televisión con su esposa Elaine cuando de pronto aparecieron las imágenes que aún hoy son sensación en youtube. Ali en toda su dimensión, agigantando su leyenda fuera del ring. Al borde de los 40 aún no se había retirado pero era ya un mito del deporte mundial.


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-Que belleza.
Recuerda Charly que le dijo a su esposa Elaine en el momento que Ali iba hacia su limosina de la mano con el muchacho al que le había salvado la vida. Ahí mismo empezó a componer la canción. Fue un momento de inspiración, cuenta. El título, “The Greatest” apela a una de las famosas frases de Ali.

Charly viajó a Estados Unidos cuando cumplió los 28. Se autodefine como “músico de nacimiento” y trabaja como productor musical y de videos. En El Salvador empezó su carrera con Mauricio Reconco y se inició cantando jingles de cervezas y el teleférico. Decidió viajar al Norte en los 80 para “abrir mi propio camino”. Estuvo de gira con el grupo “Fiebre Amarilla”.

Tras once años en Hawaii, de donde es oriunda su esposa, volvió a los Estados Unidos, a Orlando, desde donde cuenta esta historia vía telefónica. “Estábamos viendo tele de pura casualidad. Y Mohammed había sido uno de los héroes de mi vida como The Beatles. Lo vi corriendo, cuando empezó a orar, cuando se subió al muro. A saber que le ofreció al muchacho pero lo convenció y lo abrazó. Tenía que hacer algo con eso…”

“The Greatest” le llevó 48 horas casi sin dormir. El puso la música, Elaine, la letra. Y se le ocurrió la idea de que el propio boxeador pudiera escucharla. Solo sabían que Ali estaba en fundaciones solidarias y encontraron una que llevaba su nombre. “Le pedí a mi esposa que llevara a esa fundación la canción”. La esperanza era, que algún día, la pudiera escuchar.


Debes escuchar  “The Greatest”


-Estas loco.
Le dijo Elaine tras escuchar la idea. Sin embargo, la ejecutó. Y llevó el cassette a la Fundación. Y se dio cuenta de que su esposo no estaba tan loco.

-Charly, Mohammed Ali está en el teléfono.
Se lo dijo Claire, una amiga de la familia que vivía con ellos. Fue hace 35 años, Charly lo recuerda como si fuera ayer. Habían pasado tres semanas de aquella entrega del cassette. Lógico, lo primero que pensó fue que era un broma. Aún así atendió el teléfono.

-Soy Mohammed Ali. Tu hiciste una canción para mí. Yo tengo tiempo hasta hoy a las 3 de la tarde y quiero verte ya.
Recuerda Charly sus palabras, una por una. “El corazón me explotaba de la emoción, no lo consideraba cierto”. El corazón parece explotarle ahora, que cuenta sus sensaciones. “Agarré el carro, me puse un overol y fuimos con mi guitarra. Elaine tenía que trabajar, entonces me acompañó Claire. Aceleré a fondo el ‘escarabajo’, al máximo de la velocidad permitida, claro, je”.
Todavía flotaba la duda de la broma. Se disipó por completo cuando le preguntó al guardia de la mansión por el señor Ali. Allí, en un registro casero, estaba su nombre escrito en una libreta. “Pase, lo están esperando”.


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-Que gusto conocerte.
Le dijo Ali y enseguida lo agarró y le hizo un gancho con la cabeza. Fue su manera, a lo campeón, de romper el hielo. Un tipo abierto, confianzudo, amigable. Caminaron por su casa, les presentó a sus hijas, lo llevó a conocer su gimnasio, sus trofeos, su cinturón. “Estaban filmando Rocky II en su mansión. Pude ver todo el set de la filmación. Y ojo, soy uno de los pocos en el mundo que le he tocado la cara a Ali con mi propia mano”.
Las fotos testimonian ese encuentro. Y esa pose de boxeador con el más grande en una imagen que redescubre hoy tras la noticias del funeral en todos los canales del mundo.
“Trató de pelear conmigo. Me agarró la mano y me la puso en su mejilla. Y se puso en posición de pelea para la foto”. Allí Charly, guitarra en mano, le contó que el había compuesto la música pero la letra era de Elaine. Entonces Ali le pidió conocer a su esposa y le propuso otro encuentro, ese mismo día, horas más tarde.

-Fue un momento único. Parecía un cuento.
Dice Elaine, al contar su experiencia con Ali. Charly la fue a buscar en el escarabajo y Ali le propuso encontrarse en un parqueo, antes de una cita, en su apretada agenda de celebridad. “Los puedo esperar hasta las 5.30 pm”. Al final se encontraron en un parqueo cerca de su casa. Se bajó de la limusina, conoció a Elaine y le pidió a Charly que le cantara la canción. 
A medida que avanzaba el ritmo, los ojos de Ali se empezaban a humedecer, cuenta Charly. “Tenía los ojos llorosos. Estaba parado con los brazos cruzados”.

-No había escuchado una canción tan linda que me hicieran.
Jura Charly que le dijo Ali cuando terminó su función unipersonal. Que le habían hecho otras canciones pero ninguna lo había conmovido tanto. “Después me pidió orar y me dio un abrazo fuerte. Nos volveremos a ver”, le prometió Ali, aunque jamás hubo otro encuentro. 
La canción nunca la grabó Charly. Dice que nunca le interesó tomar ventaja de eso. Le basta, seguramente, con la experiencia: “El haber compuesto esa canción, el haber sentido a Ali como persona, fue algo único. Ese momento lo guardo para mi uno de los más grandes de mi vida. Lo admiraba muchísimo y le compuse una canción que la apreció en vida”.