La inseguridad ciudadana que a diario vive el país ha motivado a las familias salvadoreñas a preferir el canal moderno (las cadenas de supermercados) para hacer sus compras, reveló el estudio Consumer Watch 2016: “El tránsito de los consumidores”.
El estudio, presentado la semana pasada, fue elaborado por Kantar Worldpanel, una firma especializada en analizar las tendencias del consumidor.
“El canal tradicional, como la tienda y el mercado, sigue siendo fuerte, pero el canal que está creciendo es el de supermercados, porque ofrecen ventajas como seguridad y estacionamiento”, afirmó Vivian Gálvez, gerente para Centroamérica de Kantar Worldpanel.
Ese crecimiento también está impulsando por los formatos llamados “discount”, que son aquellos en donde hay menos inversión en infraestructura o no dan bolsas, pero ofrecen precios más baratos.
El estudio destacó que el consumo en El Salvador creció un 7 % entre marzo de 2015 y el mismo mes de 2016 frente a los doce meses anteriores, debido a una leve mejora en la percepción de la población frente al futuro económico.
Ese último resultado se debe a que los consumidores están comprando empaques más pequeños, por cuestión de ahorro; sin embargo, a la larga ese hábito de compra sale más caro porque el producto se termina más rápido.
Como parte de los mecanismos de ahorro, los salvadoreños ahora van con menos frecuencia a hacer sus compras, pero cuando lo hacen el tiquete de caja sube.
“Se va menos, pero cada vez se compran más productos y se gasta más, lo cual viene de la mano con la misión de compra, que es hacer la despensa del hogar, y no compras de reposición o consumo inmediato”, explicó Emma Ortiz, directora comercial regional de Kantar Worldpanel.
Entre las conductas de compra de los consumidores se refleja además un cambio en la preferencia por las grandes marcas a las locales o propias de las cadenas de supermercados, una tendencia que busca el aprovechamiento de los precios bajos.
El estudio midió 70 categorías de canasta básica, divida en cinco cestas: alimentos, bebidas, lácteos, productos de personal care, y home care, dentro de las cuales el promedio de compras es de 900 dólares al año.
Sobre el comercio en línea, el estudio reveló que éste representa un nicho que aún debe ser explotado, puesto que en Latinoamérica creció un 26 %. Pero, para el caso de El Salvador, del 47 % de personas que están conectadas, sólo un 7 % hace compras electrónicas.
Las compras están enfocadas en entretenimiento y estilo de vida, paquetes vacacionales, boletos aéreos, cines, obras de teatro, entre otros. También se compran productos tecnológicos.
“Vemos una oportunidad para el e-commerce por las ventajas que ofrece al consumidor, como compras más rápidas y comodidad porque se compra sin salir de casa”, dijo Ortiz.