El Salvador se ha convertido en el séptimo país de América en confirmar la relación del virus del Zika con el desarrollo de la microcefalia en recién nacidos.
El zika fue detectado en la muestra de sangre del cordón umbilical de un niño que nació con microcefalia.
La madre del bebé, una joven de 20 años, dio a luz en abril. Durante su embarazo no había presentado ningún síntoma que podría relacionarse con el zika.
La microcefalia es una anomalía en la que no hubo un desarrollo adecuado del cráneo del bebé durante la gestación. Los niños nacen con una cabeza más pequeña respecto a la del tamaño promedio; en la mayoría de los casos tienen problemas en su desarrollo intelectual y psicomotor.
El Ministerio de Salud también reveló que, a partir de la tercera semana de abril, se ha comenzado a reportar un incremento inusual de los casos de recién nacidos con microcefalia a escala nacional.
“Hemos notado una tendencia que se salió de lo usual, de lo que normalmente se venía registrando año con año”, declaró el director de Vigilancia Sanitaria, Rolando Masis.
Hasta la segunda semana de junio, el Minsal ha registrado 48 bebés con microcefalia. Masis señaló que todo el 2015 cerró con 38 casos, mientras que en 2014 hubo 28. El Minsal atendió a 39 de los casos y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) a nueve.
Desde que se confirmó la circulación del virus en el país, a finales de noviembre de 2015, el Minsal ha atendido a 274 embarazadas con síntomas de zika y que se han mantenido bajo estricto control.
De ellas, 118 ya dieron a luz y ninguno de los bebés desarrolló la anomalía, dijo Masis.
Los 48 bebés con microcefalia nacieron de madres que no presentaron síntomas relacionados al zika.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha informado que solo una de cada cuatro personas con el virus presenta síntomas.
Masis expuso que, del resto de los 48 casos de microcefalia, 18 casos dieron positivo al síndrome de Torch. Esta es una infección congénita provocada por otros agentes como la toxoplasmosis, la sífilis, la rubéola, el citomegalovirus, el mal de chagas y el virus del herpes.
En uno de los casos, la condición fue asociada a otras anomalías congénitas; pero para 28 bebés aún no se ha confirmado la causa.
La ministra de Salud, Violeta Menjívar, dijo que analizarán qué muestras de estos casos podrían enviar a laboratorios fuera del país para que les realicen otras pruebas.
Un pronóstico reservado
De los 48 recién nacidos con microcefalia, tres han fallecido, informó Menjívar. Las tres muertes ocurrieron en hospitales públicos.
El neonatólogo Miguel Majano explicó que el pronóstico de vida de los niños que nacen con la anomalía tiende a ser reservado y depende de una serie de diversos factores.
Para determinar cómo están las estructuras cerebrales debe llevarse a cabo una ultrasonografia transfontanelar.
“Los pronósticos de los niños con microcefalia hay que tenerlos con mucho cuidado”, expresó Majano.
Independientemente si la microcefalia fue provocada por el zika, los niños que nacen con la condición enfrentan daño neurológico y también pueden tener otras enfermedades. Majano dijo que en el Hospital Nacional de la Mujer atendieron a un bebé que murió a los 20 minutos de haber nacido, porque además de la microcefalia presentaba otras condiciones.
Añadió que hay niños con microcefalia que pueden crecer, pero no logran desarrollarse normalmente; ya que padecen problemas cognoscitivos, como retraso mental o parálisis.
Menjívar pidió a la población no alarmarse, señaló que no todas las madres embarazadas con zika tendrán bebés con microcefalia.
“Y no toda microcefalia es muerte, por eso hay una ruta critica de atención clínica y social”, añadió la funcionaria al asegurar que están preparados para atender las necesidades de los bebés que nazcan con la condición.
Eunice Deras, del área de Atención Integral a la Niñez, dijo que a los bebés les harán una serie de pruebas y evaluaciones. También serán referidos al Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI), para que se evalúe la discapacidad que podrían presentar y serán derivados al primer nivel de atención. “Las familias deben estar preparadas para el manejo de estos niños”, expuso.
Habrá más casos
Menjívar advirtió que en las próximas semanas podrían reportarse más casos de recién nacidos con microcefalia. “Esperamos que sigan incrementando los casos, pero en los meses siguientes ya vamos a ir bajando”, dijo la funcionaria.
El aumento esperado tiene relación con el contacto que pudieron tener mujeres embarazadas con el zika, a partir de noviembre con la llegada del virus y el alza que hubo de casos sospechosos.
En la primera semana de enero se reportaban mil 140 casos sospechosos de zika. Actualmente hay un promedio de 50 casos semanales.
Desde el inicio del brote se registran 10 mil 476 casos sospechosos de zika.
